Este es el tiempo que perderás en tu vida en tareas insignificantes

Muchas de esas tareas improductivas son ineludibles, pero eso no evita la frustración de dejarte tus horas en ellas

La vida contemporánea no es nada fácil. En apariencia todo está mucho mejor de lo que solía estar cientos de miles de años atrás, cuando tus antepasados luchaban contra bestias mastodónticas para poder alimentarse, morían por infecciones muy sencillas de curar hoy día y perecían literalmente de frío. Pero ellxs tenían algo que a ti suele faltarte: armonía con lo que haces. A fin de cuentas, nada de lo que solemos hacer en el mundo moderno para sobrevivir tiene una conexión directa con nuestra biología. Por eso todas esas minitareas tan tediosas y absurdas del día a día te generan tanto vacío interno. Sabes que estás perdiendo un tiempo valiosísimo en ellas. Demasiado tiempo.

Y la ciencia lo confirma. Como apuntan desde Magnet, basándose en una Magnet británica, "la persona media desperdicia la asombrosa cantidad de 26 días al año sin hacer nada", lo que equivale a entre cinco y seis años a lo largo de una vida. Además, añaden, lo más probable es que te pases "casi una década mirando el móvil y cuatro meses decidiendo qué ver en Netflix o HBO". Una auténtica barbaridad que casi deprime solo con leerlo. No obstante, estas microtareas conllevan al menos cierto disfrute o están orientadas al disfrute futuro. ¿Pero qué hay de las microtareas laborales? Porque esas sí que chupan la mismísima vida. Pues también hay Magnet al respecto.

¿En qué pierdes el tiempo?

"A muchos sorprenderá que donde más tiempo perdemos lxs trabajadorxs es en la corrección de errores tipográficos, algo que lleva una media de 20 minutos al día, el equivalente a 180 días durante una carrera de 45 años". Piénsalo: te pasas medio año de tu vida reparando faltas en documentos digitales y en correos electrónicos. Es verdaderamente triste. Como también lo es el hecho de que te pasarás hasta 145 días de tu vida iniciando sesión en cuentas digitales. Súmale el tiempo perdido en cerrar ventanas emergentes o en gestionar las notificaciones de seguridad del ordenador del curro y te quedará un paisaje desolador: buena parte de tu jornada laboral se va en pequeñeces. 

Pero la cosa no termina ahí. Según cuentan desde este mismo medio, "realizar tareas enfocadas a ordenar nuestro espacio de trabajo absorbe más de cuatro meses de la vida de un trabajador", entre las que se incluye la eliminación de los correos electrónicos que ya no sirven, lo cual ocupa hasta seis semanas de tu vida. Lo mismo emplearás en la eliminación de las notificaciones de tu móvil, así como un mes gestionando reuniones que más tarde se cancelarán, medio mes en que las personas con las que conversas en reuniones digitales repitan lo que no se entendió y hasta dos días en escribir correos que nunca serán enviados. La productividad improductiva forma parte de todo este sistema.