¿Por qué nos pone el dolor?

Cuando recibimos señales de dolor, el cuerpo ordena la liberación de su droga natural, las endorfinas. Estas proteínas disminuyen el malestar de manera parecida a la morfina, y estimulan las regiones límbicas y prefrontales del cerebro, las mismas activadas por la pasión amorosa o la música. Por otro lado, el estrés y el dolor estimulan la producción de serotonina y melatonina, que pueden transforman las experiencias dolorosas en placer. La naturaleza es muy violenta, así que no es extraño que esto también se manifieste en el sexo. Algunos científicos creen que dado que el circuito neuronal del placer discurre paralelamente a las señales del dolor, es fácil que haya un pequeño cortocircuito y que una señal que pasa por uno de los canales, se interprete por el otro. Eso sí, no podemos desvincular las actividades de su contexto cultural, porque en algunas prácticas BDSM, el dolor es un vehículo secundario, y lo que excita a la persona es otro tipo de placer, el mental, por ejemplo con la idea metafísica de sometimiento. Suscríbete a nuestro canal aquí: https://www.youtube.com/channel/UCSqYjOWkCPVtZY8XubFZdDA?sub_confirmation=1