Cuando el olfato de María Aldecoa empezó a distinguir malos olores en todo lo que había a su alrededor (comida, pasta de dientes, café...), ella entendió que algo no iba bien. La joven de 27 años pudo superar el coronavirus pero esta enfermedad le dejó una secuela: la cacosmia, una alteración del sentido del olfato que provoca que olores agradables se perciban como desagradables o incluso fétidos. En esta entrevista de Guillermina Torresi cuenta su historia para visibilizar la huella que puede dejar el COVID y por qué es importante seguir cuidándose Suscríbete a nuestro canal aquí: https://www.youtube.com/channel/UCSqYjOWkCPVtZY8XubFZdDA Síguenos también en: Facebook: https://www.facebook.com/codigonuevo/ Instagram: https://www.instagram.com/codigonuevo...
