Cuando alguien de Barcelona piensa en las mejores playas de Cataluña, enseguida le vienen a la cabeza las de la Costa Brava o algunas de la Costa Daurada en Tarragona. Pero la verdad es que, a tiro de piedra, hay algunas playas increíbles en la propia provincia de Barcelona. Unas son más conocidas y las otras menos, las hay más urbanas y también más naturales, pero suficiente diversidad como para ir variando cada semana. Allá van algunas recomendaciones.
Cala Morisca
En medio de las costas del Garraf y dentro del término municipal de Sitges, la cala Morisca tiene además los típicos chiringuitos y restaurantes caros que te harán sentir como si estuvieras en Mónaco y tu tarjeta también lo sentirá. Incrustada entre montañas y acantilados, te hace pensar que de repente no estás a solo unas decenas de kilómetros de Barcelona. Entre semana, además, no suele estar muy concurrida, pero, como no es muy grande, te puedes llevar una sorpresa en temporada alta, como pasa en general con las playas bonitas y pequeñas.
Gavà
Al no tener estación de tren cerca, Gavà no suele estar tan llena como las playas de Castelldefels o del Masnou y nos atrevemos a decir que es incluso más bonita. Con un buen pinar separando la playa extensa de la ciudad y buenos chiringuitos en su interior, es un plan perfecto para pasar un día y por la noche estar de vuelta en Barcelona. El bus desde la plaza Catalunya tarda menos de una hora en llegar.
Platja de Escaletes de Sant Pol de Mar
Justo delante de los apartamentos blancos de uno de los pueblos más bonitos del Maresme, se encuentran algunas de las playas más agradables del entorno cercano de Barcelona. A pocos metros de la estación de tren, tienes tres opciones: la playa de las barcas, más amplia, la de escaletes, estrecha y delante de los apartamentos, y la del Morer, una cala con rocas donde ni siquiera parece que estés cerca del pueblo.
Platja de Sant Joan de Montgat
A solo tres municipios de Barcelona, después de las más agitadas y contaminadas Sant Adrià y Badalona, Montgat es seguramente la primera playa donde empezar a sentir verdadera desconexión tirando hacia al norte. La playa de Sant Joan tiene la particularidad de estar justo delante de unas pequeñas casitas construidas sobre la arena, algunas de las cuales tienen también un chiringuito de playa. Todo el encanto mediterráneo a 20 minutos en tren de la gran ciudad.