Prácticamente todos los avances tecnológicos de la historia humana han tenido sus críticos. Las primeras cámaras fotográficas fueron acusadas de robarle el alma a la gente. La imprenta de acabar con miles de trabajos. Y las redes sociales de absorber nuestra atención a niveles exorbitados. La tecnología siempre tiene doble cara. El problema viene cuando la cara amarga supera notablemente a la cara feliz. Y eso es lo que algunos expertos opinan de TikTok, la plataforma social favorita de los jóvenes en estos momentos. Además de ser adictiva, y atraparte increíblemente, su utilización podría conducir al contagio de tics.
Son las conclusiones de una investigación llevada a cabo por el Wall Street Journal y motivada por un aumento considerable de los casos de síndrome de Tourette, "un trastorno del sistema nervioso que lleva a las personas a hacer una y otra vez movimientos involuntarios", según cuentan desde Wall Street Journal, medio que se hace eco de la noticia. En el Children's Hospital Medical Center de Cincinnati, uno de los centros médicos que reportan este incremento de la prevalencia del síndrome de Tourette, "han pasado de un caso mensual a más de 10". Un crecimiento lo suficientemente significativo como para despertar las alarmas.
No es el único. "En el Texas Children's Hospital antes había un máximo de uno a dos casos al año, pero desde marzo de 2020, en apenas 18 meses, el número de adolescentes con esa patología superar los 60". Unas cifras que se repiten de manera similar en muchos otros hospitales. Evidentemente hay un problema. Y para algunos de los pediatras de países como Estados Unidos, Canadá, Australia o el Reino Unido, la culpa es de TikTok. ¿Pero tiene sentido o es una demonización barata? Según estos expertos, "los comportamientos que podrían considerarse como tics se pueden contar por millones en los vídeos de TikTok".
De hecho, en los últimos meses se ha producido un espectacular aumento de las visualizaciones de vídeos qiue tienen #tourettes como hashtag. Concretamente "de unos 1.250 millones de visitas a casi 5.000 millones". Y la tendencia podría continuar al alza. Ante este panorama tan oscuro, tan deprimente, portavoces de TikTok ya han comunicado que están investigando con especialistas para desentrañar "esta experiencia específica". En cualquier caso, y como es de suponer, las soluciones podrían ir encaminadas a controlar el flujo de vídeo con tics, pero no en controlar la adicción de la plataforma. A fin de cuentas TikTok vive de ello.
Dicho esto, la realidad es que el fenómeno del contagio de tics vía TikTok es una mera hipótesis médica. Hay que tener en cuenta que, como explica el especialista Joseph McGuire, la "ansiedad, depresión y estrés" son factores que contribuyen a la aparición de los tics, y no podemos decir que en los últimos dos años hayamos vivido una vida excesivamente tranquila y armoniosa. Son muchos los psicólogos que alertaron, meses atrás, de las consecuencias que tendría la pandemia en la salud mental de las personas. Queda bastante por descubrir acerca del tema, pero un poquito de autodominio con TikTok no haría daño a nadie.