Este pueblo remoto de Indonesia reconoce hasta 5 géneros

Esta cultura desafía a los cánones recordando que no todo el mundo debe identificarse con su género de nacimiento

Los bugis no son un pueblo cualquiera. Se trata de un grupo étnico de la isla indonesia de Célebes que, a parte de destacar por ser grandes marineros o temibles piratas en el pasado, son conocidos por desafiar el orden establecido reconociendo cinco géneros: makkunrai, oroani, calai, calabai y bissu. Para algunos solo serán cinco géneros, pero para personas como Sharyn Graham Davies, antropóloga de la Universidad de Monash en Melbourne, “representan cinco formas de estar en el mundo”, cinco formas de ser, sentir o expresarse. Así lo explicó Davies en una entrevista al medio géneros detallando que, mientras las makkunrai y los oroani son lo equivalente a la mujer y hombre cis, los tres restantes van más allá.

Lxs calalai tienen cuerpos femeninos, pero adoptan los roles de género considerados masculinos a la hora de vestir, fumando tabaco, luciendo cabello corto o realizando trabajos que requieren fuerza física. En cambio, lxs calabai nacen en cuerpos masculinos, pero asumen comportamientos presuntamente femeninos maquillándose, llevando vestidos o dejándose melena, aunque más que ser mujeres ‘corrientes’, lxs calabai protagonizan esos actos que, entre las makkunrai, no están vistos con buenos ojos: fumar, atreverse con las minifaldas o tener actitudes sexuales. Y, por último y no por ello más ni menos importante, están lxs bissu, quienes en lugar de ser considerados hombres o mujeres, están por encima de cualquier categoría representando a todo el espectro del género. La forma de ser de estos tres grupos desafía los cánones tradicionales que escuchamos de pequeños recordando que, en realidad, no todo el mundo debe identificarse con su género de nacimiento. Todos podemos ser lo que nuestras tripas nos pidan ser.

Lo que hace especiales a lxs bissu no es que muchos sean intersexuales o luzcan elementos de vestimenta y ornamentación típicos entre hombres y mujeres, sino que se les considera seres espirituales que llevan en su interior el poder de ambos géneros. "Se dice que, en su descenso del cielo, lxs bissu no se separaron convirtiéndose en hombre o mujer, como la mayoría de la gente, sino que siguieron siendo una unidad sagrada de ambos", señaló Davies sobre un supuesto origen que, para la comunidad bugis, les ha convertido en algo parecido a los chamanes.

A pesar de que el Islam es la religión más extendida de Indonesia, su variedad de géneros y las bases del Corán han convivido en tolerancia durante siglos. Esta harmonía empezó a romperse a partir de los años cincuenta, cuando se desató una ola de ataques LGTBfóbicos, que se saldó con el asesinato de algunos bissu, y que, lamentablemente, ha llegado hasta nuestros días. Fue en 2018 cuando el Jakarta Post alertó de que mujeres transgénero estaban siendo encarceladas y, actualmente, demasiados bugis figuran en el centro de la diana del odio. "Lxs bissu, lxs calalai y lxs calabai están experimentando mucho estigma y discriminación, que está aumentando con la creciente asertividad del islam político", reconoció al mismo medio Sudirman Nasir, un bugis de la isla, sobre unas agresiones que dañan a esta cultura única.

Esta cruda realidad no presagia un buen futuro para personas bissu, calalai y calabai. Pero mientras sigan existiendo voces a favor de la diversidad y la tolerancia, no está todo perdido. Halilintar Lathief, activista, artista y antropóloga bugis, es una de ellas. Como ha contado a BBC Mundo, conserva obras de literatura bugis tradicional y les empodera para seguir haciendo en el mundo laboral, ya sea trabajando como chamanes o planificadoras de bodas, lo que han hecho toda la vida: ser ellos mismos sin importar el qué dirán.