Probó todos los productos de marihuana que hay en el mercado durante un fin de semana

Es un boom, una moda llena de supuestos beneficios para la salud pero, ¿en realidad es tan, tan, tan beneficioso tomar cannabidiol?

Cómo nos gusta subirnos a las modas de la salud: desde el cilantro hasta el agua de mar. Como suena nuevo y sano y totalmente revolucionario, lo probamos. Sobre todo si es inofensivo porque es natural. Amamos el poder de las plantas y de la pachamama y por supuesto desde que todos queremos legalizar la marihuana, buscarle su lado bueno y green es la forma más eficiente de normalizar una hierba, muy polémica, pero una hierba al fin y al cabo.

El no va más de la marihuana es el CBD: se lo echan a los zumos, al té, a pildoritas, a aceites... Una periodista de The Guardian, Rebecca Flint Marx, decidió irse a una tienda de productos de marihuana de lujo, o revestidos de lujo, en Nueva York. Es una especie de spa de lujo con un toque de tienda Sephora: entras como entras y sales como nueva. Magia.

Pero a modo de dato: un estudio Asociación Médica Estadounidense acaba de revelar que el 84% de los productos con CBD tienen mal etiquetada la dosis. Es decir, son muy imprecisos. O sea, no se toman muy en serio los supuestos beneficios de la sustancia, aunque eso no significa que sea así en todos los casos. Hay que diferenciar entre los productos de cosmética y los médicos: hay empresas que están investigando para desarrollar fármacos con base científica.

Pero ese otro tema. Rebecca empezó su tratamiento con los productos para la piel: mascarilla, calmante, crema de ojos y loción corporal. Todo de CBD. Todo olía bien, a frutas y vegetales que le daban un toque muy fresco. Ninguno de ellos le hizo nada palpable. En realidad, la cantidad de CBD era minúscula. Para que te haga algo, debes tomar unos 10 o 20 miligramos de CBD por cada kilo de tu cuerpo. Calcula las ínfimas proporciones que lleva cada crema.

Luego pasó a los productos de tomar. Gotas, pastillas, aceites, con sabor a naranja o arándanos... todos los probó, no todos a la vez, para no arriesgar, pero ahí sí empezó a notarlo: el efecto calmante y confortante que atribuimos a los porros se debe al CBD, que te hace sentir "a gustito", pero no te coloca. De repente, todo empezó a ser más bonito y el estrés desapareció. También ayudaba el hecho de que fuera fin de semana, explica la periodista. El último paso fue la pasta de CBD, un súper concentrado que se inhala con un bong y se vende como relajante. Y sí, todos los problemas empezaron a desaparecer. O eso parecía.

Conclusión: el CBD tiene sus beneficios, siempre que vayas siempre controlándolos. Por suerte, ahora podemos ir a prueba y error porque se ha demostrado que el CBD es inofensivo. Lo siguiente será no conformarnos en esto y seguir investigando los beneficios del cannabis en general, porque como le dice un doctor a Rebecca: a mis pacientes les funciona el cannabis, no el CBD.