La polémica ‘religión’ de la protagonista del ‘Cuento de la criada’

Es inevitable no percibir las contradicciones que hay entre su papel en la ficción y el historial controvertirlo de su creencia

La vida personal de las estrellas que dan vida a los cuentos de ficción puede ser muy diferente del papel que interpretan. Este es el caso de la protagonista de ‘El cuento de la criada’, Elisabeth Moss. Su personaje en la aclamada serie, June, desafía contra viento y marea la opresión del patriarcado mientras está atrapada en una distopía ultraconservadora. Pero en la vida real Moss es feligresa de la Cienciología. La controvertida iglesia que ha sido blanco de Cienciología de intimidación y encubrimiento de abusos sexuales a mujeres, homofobia y manipulación sobre sus adeptos, entre otras. Incluso no es bienvenida en algunos países. En Francia un informe gubernamental del 2000 la catalogó de “secta absoluta” y en Bélgica se la considera una organización peligrosa.

Cada persona es libre de abrazar a ‘la fe’ que quiera. Pero en cuanto a Moss, es imposible que no salten algunas dudas por las contradicciones que hay entre su religión y el gran trabajo que hace detrás de la pantalla. Y no solo hablamos de su defensa de la libertad en el universo de Gilead, donde incontables mujeres son tratadas violentamente como objetos, también de su paso por la popular serie ‘Mad Men’. Allí dio vida a la trabajadora Peggy Olson, que se hizo camino en el mundo de la publicidad cuando prácticamente era un mundo hombres. Una trayectoria similar a la que tuvo en la serie ‘Top of the lake’, donde encarnó a la detective Robin Griffin rompiendo con los roles masculinos que solemos ver entre los policías de piezas audiovisuales.

Las contradicciones van más allá de la ficción. Hace unos años no solo fue parte del movimiento #MeToo, también mandó un reivindicativo mensaje al patriarcado cuando recogió en 2017 uno de sus múltiples Emmy’s: “Fuck off”, como se pudo ver escrito en las suelas de sus zapatos. Una versión feminista y luchadora de Moss que, con los años, ha hecho saltar las alarmas de varios medios de comunicación.

Uno de ellos es el rotativo británico Daily Beast, que le hizo una entrevista en 2019 sobre como choca su trabajo en ‘El cuento de la criada’ con el historial de la iglesia a la que pertenece desde pequeña. En ese encuentro Moss respondió amparándose en la libertad de pensar, decir y sentir lo que considere. “La serie concuerda perfectamente con mis creencias personales de libertad de expresión, libertad de religión y aquellos principios sobre los que se construyó este país", dijo la actriz al abordar un tema que también le hizo asegurar que nada la ha privado de tener opinión propia: “Me gustaría que la gente pudiera educarse y formar sus opiniones por sí misma, como he hecho yo”.

Puede que para Moss no haya nada malo en pertenecer a la Cienciología, puede que, desde pequeña, conociera una amable versión de esta que la ha ayudado a lo largo de su vida. Aunque también es importante recordar que Moss no suele hablar de su pertenencia a la religión y el hermetismo que puede darse entre sus adeptos, según señaló la actriz Leah Remini, que dejó de ser amiga de Moss cuando dejó el credo: “En la Cienciología existe una regla llamada la verdad aceptable, según la cual uno solo puede decir en público lo que es aceptable”. A partir de ahí, que cada unx interprete lo que considere.