Nobel de Economía para los investigadores que vincularon el crecimiento económico al cambio climático

William D. Nordhaus y Paul M. Romer son los dos premiados por integrar esta problemática dentro del marco de la economía

Los economistas estadounidenses William D. Nordhaus y Paul M. Romer han sido galardonados este mismo lunes con el Nobel de Economía por haber incorporado dentro del crecimiento económico el cambio climático y la innovación tecnológica. El trabajo de ambos premiados tiene como objetivo “combinar un crecimiento sostenible de la economía global a largo plazo con el bienestar de la población del planeta”. La Academia sueca ha explicado, además, que “los hallazgos han ampliado el alcance de análisis económico mediante la construcción de modelos que explican cómo la economía interactúa con la naturaleza y el conocimiento”. Así, la entrega de los Nobel no deja de sorprender.

William D. Nordhaus, nacido en el año 1941 en Albuquerque Estados Unidos es, además de economista, profesor en la Universidad de Yale. Nordhaus ha contribuido en la integración del cambio climático dentro de los modelos económicos, los daños que ocasiona esta situación y las políticas que pueden llevarse a cabo para corregir o reducir el impacto. Es más, a mediados del año 1990, Nordhaus fue la primera persona en crear un modelo de evaluación sobre el cambio climático: “El modelo del economista se utiliza para examinar cómo la economía y el clima evolucionan conjuntamente”, señala el premio.

Nacido en el año 1955 en Colorado Estados Unidos, Paul M. Romer no es solo economista sino también activista y profesor de la Universidad de Nueva York. La Academia ha destacado que Romer “demostró cómo las fuerzas económicas están detrás de la voluntad de las empresas para generar nuevas ideas e innovaciones. Además Paul Romer puso las bases de lo que se conoce como Teoría del Crecimiento Endógeno, la cual sostiene que el crecimiento económico es el resultado de fuerzas internas y no de externas, como propone la teoría neoclásica. La misma teoría, además mantiene que el capital humano, el conocimiento y la innovación contribuyen a potenciar el crecimiento.

Aunque este premio Nobel no pertenece a los que podrían llamarse los ‘originales’ —se trata de un galardón diferente en honor a Alfred Nobel y otorgado por el Banco de Suecia y no por la Fundación— la entrega ha contado con el apoyo y el buen recibimiento por haber tenido en cuenta la integración del impacto del cambio climático, una de las principales problemáticas de la actualidad que debe ser un foco de atención imprescindible dentro de los ámbitos políticos y económicos.