La lucha contra el cambio climático se está poniendo muy seria. Los gobiernos de muchos países están tomando medidas que van más allá de las buenas intenciones y, aunque el presidente Trump se niegue a dar su brazo a torcer y están tomando medidas, sí hay políticos estadounidenses dispuestos a cambiar las cosas.
El pasado miércoles, el alcalde demócrata de la ciudad de Nueva York y una de las figuras políticas más importantes del país, Bill de Blasio, anunció que se desinvertirán los 5.000 millones de dólares en combustibles fósiles que acumulaban entre los cinco fondos de pensiones municipales y que, además, denunciará a cinco grandes compañías petroleras BP, Chevron, ConocoPhillips, Exxon Mobil y Royal Dutch Shell.
El huracán Sandy golpeó duramente Nueva York en 2012
Con estas dos acciones, de Blasio pretende recuperar el dinero que la ciudad ha tenido que invertir en gestiones relacionadas con el calentamiento global y desastres naturales provocados por el cambio climático en los últimos años. Así, el alcalde y el auditor del ayuntamiento de Nueva York, Scott Stringer, aseguraron ayer que planean vender el total de esos 5.000 millones de dólares de las inversiones en combustibles fósiles que actualmente hay en los cinco fondos de pensiones municipales.
"Salvaguardar la jubilación de nuestros policías, maestros y bomberos es nuestra mayor prioridad y pensamos que su futuro financiero está vinculado a la sostenibilidad de planeta", dijo Stringer. El mismo día, de Blasio anunció también que Nueva York no se va a conformar con dejar de financiar a los contaminantes combustibles fósiles, sino que ha tomado la decisión de demandar a cinco grandes petroleras que han contribuido a empeorar calentamiento global a sabiendas.
"Estamos llevando la pelea contra el cambio climático directamente a las compañías de combustibles fósiles, que sabían de sus efectos e intencionalmente engañaron al público para proteger sus ingresos", decía de Blasio en un comunicado. En concreto, las cinco compañías han sido denunciadas por la ciudad de Nueva York ante la corte federal alegando que son las principales responsables de casi dos tercios de de todas las emisiones de gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial.
Además, el demócrata dejaba clara su postura de que "corresponde a estas compañías de combustibles fósiles correr con los gastos para hacer de Nueva York una ciudad más segura frente a más desastres atmosféricos, como huracanes e inundaciones".
La ciudad vive una intensa ola de frío desde hace semanas
Según informa Associated Press, el portavoz de la petrolera anglo-holandesa Shell, Curtis Smith, dijo que la compañía piensa que "el cambio climático es un reto social complejo que debería ser enfocado a través de sólidas políticas gubernamentales y cambios culturales para estimular opciones de emisiones bajas para consumidores y negocios, no por las cortes de justicia".
Por su parte, el resto de compañías petrolíferas no se han pronunciado al respecto o, directamente, se han negado a contestar a los medios. Con esto, Nueva York no solo planta cara al cambio climático y pretende convertirse en ejemplo de que sí se pueden cambiar las cosas, sino que desafía al presidente republicano de los Estados Unidos, Donald Trump. El mismo que retiró al país del Acuerdo de París contra el cambio climático el año pasado, siguiendo sus ideas negacionistas.