El 20 de julio de 1969 fue un momento inolvidable para la humanidad: la primera vez que pusimos nuestros pies humanos en la Luna. Desde aquel momento y hasta el 19 de diciembre de 1972 hasta 12 astronautas estuvieron en el satélite de la Tierra a través de las diferentes misiones Apolo. Y desde entonces nada. De alguna manera parecía que nos habíamos quedado satisfechos. Pero resulta que no. Porque Estados Unidos planea enviar a 11 nuevos astronautas a la Luna a partir del año 2024. Uno de ellos se llama Jonny Kim, y tiene una historia tan espectacular como dramática. La historia de superación de un genio.
Porque Jonathan Kim apareció en los periódicos mucho antes de convertirse en el astronauta de la NASA que es hoy. Concretamente en el Chonsun Ilbo, el diario más importante de Corea del Sur, y como víctima de un episodio de violencia doméstica a manos de su padre en Los Ángeles, ciudad a la que la familia se había trasladado en el año 1980, apenas cuatro años antes del nacimiento del joven. El hecho de que la historia hubiera cruzado el océano Pacífico tenía un sentido: la policía disparó a su padre hasta la muerte después de que este amenazara a su familia con un arma. Una de esos capítulos que marcan una vida.
Por eso resulta todavía más impresionante el currículum de Jonny Kim. Tanto que en la ceremonia de graduación de la NASA, el senador Ted Cruz se preguntó "¿qué diablos hemos estado haciendo con nuestras vidas?". No es para menos. Aunque era "un niño muy poco seguro", completó secundaria con buenas calificaciones, entró en la Marina y se convirtió en un soldado SEAL del ejército de Estados Unidos. Lógicamente su madre temía las consecuencias de la decisión, especialmente en alguien tan inteligente capaz de hacer cualquier cosa. No obstante, Jonny lo tenía claro: "Quiero estar en las trincheras profundas".
Y alcanzó el grado de teniente en un ejército en el que solo el 4,4% de lxs soldadxs tienen un origen asiático. Pero no solo eso: también se licenció en medicina por la Universidad de San Diego y obtuvo un doctorado en la Escuela de Medicina de Harvard. En la actualidad trabaja como especialista en medicina de emergencia en el Hospital General de Massachusetts, en Boston, según aseguran desde Yonhap, la principal agencia de noticias de Corea del Sur. Una lista de méritos y capacidades que le valió para ser aceptado por la NASA como uno de los candidatos a caminar por la Luna en la próxima década.
Ah, y nos olvidamos de que también tiene una licenciatura summa cum laude en matemáticas por la Universidad de San Diego. Sin duda, no es únicamente una cuestión de talento, sino también de determinación ante toda la adversidad vivida. Tal como explicó en una entrevista para el medio especializado Annals of Emergency Medicine, "entrar en la Marina fue la mejor decisión que tomé en mi vida porque transformó por completo a ese niño asustado que no tenía ningún sueño en alguien que empezó a creer en sí mismo". Un camino en el que creer. Un camino hacia un terreno a 384.400 kilómetros de la Tierra.