Inventan las cabinas de prepago para escapar del teletrabajo en casa

Esta iniciativa nace de la dificultad de separar la vida personal de la profesional, entre otros motivos

El teletrabajo parecía una bendición inalcanzable. Sin embargo, el boom definitivo de las carreras digitales y el advenimiento de una inesperada pandemia le privó de ambas cualidades. Porque ya no es inalcanzable ni mucho menos. Es más, en estos momentos existen aproximadamente dos millones de teletrabajadores en el país. Y, desde luego, ya no es una bendición. O al menos para un buen porcentaje de esos teleempleados que han visto cómo el teletrabajo les dificulta desconectar y acaban echando más horas de las que deben. Hay un verdadero problema para separar la vida personal de la vida profesional.

Es un problema psicológico. Nuestro cerebro asocia determinados espacios con determinados estímulos. En la era precovid, antes del teletrabajo forzado, nuestros dormitorios y nuestros salones estaban destinados al ocio y el jolgorio. Así lo entendería nuestro cerebro y nos permitía estar tranquilos, sin el estrés y el cortisol recorriéndonos el organismo. Pero ahora esos espacios también están vinculados inherentemente al trabajo y la responsabilidad. A muchas personas les está pasando factura. Y la empresa Switch ha desarrollado una solución muy poco ortodoxa que podría salvar la salud mental de muchos.

En concreto y como explica el corresponsal de la BBC en Singapur Tim McDonald, Switch ha dipuesto en los centros comerciales de la capital del país homónimo unas sencillas cabinas de trabajo a cambio de unos tres euros la hora, aunque abonas por minutos de utilización. ¿Y cómo son? Así las describe el propio McDonald: "Es un espacio de trabajo aceptable, funcional y muy compacto. Con wifi y ventilador. La silla escómoda. La luz superior no es extrema. La decoración en gris y blanco no es muy estimulante, pero tampcoo distrae". Es cierto que no parece un espectacular entorno de trabajo, pero la clave no es esa.

En primer lugar, porque tanto la decoración como las prestaciones de estas cabinas podrían evolucionar con el tiempo hasta ser más acogedores y funcionales. Lo importante es el concepto fundamental. Y, en segundo lugar y mucho más importante, ¡porque muchas personas simplemente quieren dejar de trabajar en casa de una vez! Como bien subraya el periodista de la BBC, "definitivamente, parte del valor de la propuesta de las cabinas es la distancia psicológica que se crea al establecer una separación física entre el trabajo y la casa". No se trata únicamente de mejorar la experiencia laboral. También la de ocio.

Porque durante el teletrabajo casero los espacios y tiempos de ocio suelen verse contaminados por el aura y  la energía del trabajo. Estas cabinas, sin ser mucho menos perfectas, pueden ser una solución. Por supuesto, existen otras alternativas como irse a una cafetería o a una biblioteca, pero en ninguna tienes la privacidad y el nivel de ruido que necesitas. En la primera podrías no concentrarte. En la segunda podrías no realizar esa videollamada que necesitas. Las cabinas son íntimas, aunque el centro comercial no es su sitio. Hay ruido de fondo y muchas distracciones exteriores. Necesitan mejoras, pero son un paso intereante.