Cultivar cannabis podría salvar al mundo de la contaminación nuclear

La planta, que se usa para producir cáñamo, se cultiva en zonas muy afectadas por la polución como Chernóbil. Ahora, el modelo llega a Almería

Tal vez solo te acuerdes de Chernóbil por la serie de HBO, igual que tal vez no te acuerdes del desastre de Palomares, en Almería, aunque se trata de uno de los desastres medioambientales más graves que ha habido en España. Fue en 1966, cuando cuatro bombas termonucleares cayeron sobre el municipio de Cuevas del Almanzora desde un bombardero B-52 estadounidense. Igual que en el caso de Chernóbil, en plena Guerra Fría, la aeronave que transportaba las bombas chocó contra un avión cisterna. Las consecuencias todavía están ahí: una contaminación nuclear desproporcionada en comparación con otras zonas de la región. Pero ahora la asociación Flecha Verde tiene una idea para cambiar las cosas: sembrar cannabis.

Y la idea no es del todo nueva. De hecho, se usa tanto en el área de Chernóbil como en la zona de la Apulia, en el sur de Italia, donde una fábrica de acero ha dejado durante décadas una cantidad sádica de muertes prematuras por cáncer. El funcionamiento es el siguiente: los vegetales sembrados descontaminan los suelos y depuran las aguas mediante la absorción de metales pesados o plaguicidas, según explica un artículo de Público. "Concretamente, las plantas absorben la sustancia contaminante para metabolizarla, reduciendo en gran medida o incluso evitando su liberación a otras zonas, a través de su degradación, en el caso de los compuestos orgánicos, y su estabilización o extracción, en el caso de los inorgánicos", explica el texto.

El cannabis sativa, la variedad que se usa para el cáñamo comercial, ya ha funcionado con éxito en zonas contaminadas. En Japón, sin embargo, se ha usado maíz para absorber los metales pesados que soltó el reactor de Fukushima tras el tsunami de 2011, porque allí el cannabis está prohibidísimo. En Palomares han pasado 54 años desde el accidente nuclear los mayores todavía recuerdan a Manuel Fraga bañándose en el mar de Cuevas del Almanzora para demostrar que allí no había pasado nada y todavía no se ha podido descontaminar. Un estudio reciente del gobierno español detectó medio kilo de plutonio en solo 50.000 metros cúbicos de tierra.

El proyecto, por ahora, se trata de un piloto de una hectárea apoyado por investigadores de las universidades de Almería, Granada y Barcelona, pero según sus impulsores tiene un potencial enorme. Mario Land, médico experto en marihuana medicial y colaborador de este proyecto, asegura que el planta con un nivel mínimo de THC tiene "un alto poder de absorción de metales pesados a través de sus raíces". Él cree que de tirar adelante este proyecto, la zona podría quedar desinfectada en menos de cinco años.

Lo que nos demuestran estos proyectos es que a veces, las respuestas a las necesidades requieren, simplemente, que seamos un poco más abiertos de miras. Está claro que la marihuana tiene sus efectos positivos y muchos más usos de los que se les quiere dar. Ahora solo falta que nos permitamos hacerlo.