Así son los asfixiantes microapartamentos para jóvenes solteros en Tokio

La situación de la vivienda en Japón es tan preocupante que una empresa se ha especializado en ofrecer microapartamentos a jóvenes solteros que deseen residir en la capital Tokio

Ganarse la vida en una megaciudad como Tokio no resulta nada sencillo para los jóvenes. Los salarios a esas edades no suelen ser muy generosos. Muchos incluso comienzan de prácticas y dan gracias por cobrar una miseria en un contexto general en el que las prácticas ya no son necesariamente remuneradas. Además, los precios de las cosas están por las nubes. Tanto que una habitación compartida en un piso céntrico puede ser completamente prohibitiva. En ese contexto, una empresa llamada Spilytus ha aprovechado para crear y ofrecer apartamentos con unas dimensiones similares a las de una celda de prisión.

Son concretamente nueve metros cuadrados de vivienda y cuentan con buzón, aire acondicionado e internet incorporado, tal y como explica Hiroshi Sugano en un vídeo para la BBC, uno de los muchos jóvenes que han recibido con buenos ojos la propuesta de Spilytus. Aunque podría permitirse una habitación en las afueras y disfrutar de más espacio, las distancias existentes entre los suburbios y el centro de la ciudad pesan todavía más que las diminutas proporciones de su actual hogar. En sus propias palabras, "ir en un tren lleno de gente desde los suburbios es mental y físicamente agotador". Prefiere estar cerca del meollo.

Pero, lógicamente, tiene un precio. "Suelo comer de pieEste lugar es muy pequeño para una mesa o un asiento. Tomarían demasiado espacio". Todo, dormitorio, cocina y cuarto de baño, quedan dispuestos en un ambiente claustrofóbico y armado de luz artificial. Para la inmensa mayoría de nosotros podría suponer un desafío para nuestra salud mental, pero en la capital nipona hay aproximadamente 800 personas de entre 20 y 30 años viviendo en estos apartamentos. Y tanto Sugano como Shiho Fujikawa, otra joven japonesa, parecen felices en estas circunstancias. "Es del tamaño perfecto para las personas solteras", dice.

Mientras tanto, Spitylus afirma estar echando una mano a los jóvenes profesionales japoneses. Tal y como le cuenta a la BBC su director ejecutivo, Keisuke Nakama, "queremos apoyar a los jóvenes que llegan a Tokio de los distritos exteriores y de países extranjeros acomodando sus necesidades de vivienda". Pero no creas que estos microapartamentos cuestan 100 o 200 euros porque su precio real asciende a los 650 dólares. Una cantidad nada desdeñable para habitar una minicueva remota que deprimiría al más feliz de los seres y que debería hacernos reflexionar acerca de la sutil frontera entre minimalismo y abuso.

Porque el minimalismo es una preciosa filosofía de vida: es cierto que no necesitamos tanto para ser felices como nos cuentan desde la publicidad. Ni una casa gigantesca ni un montón de trastos son los ingredientes indispensables de una vida plena. Y, sin embargo, sí necesitamos cierto espacio para sentirnos libres. No debemos confundir el minimalismo voluntario con un minimalismo impuesto por la escasez económica que, aquí en nuestro país, en Japón y en tantos otros países del mundo, viven los jóvenes como nosotros. Lejos de ser una solución bohemia, estos apartamentos son una muestra de que algo no está yendo bien.