Nuestras vidas son el resultado de la interacción de millones de partículas diferentes y, por mucho esfuerzo que pongamos en controlarlas todas para alcanzar ciertos placeres y evitar ciertos males, la realidad es que estamos lejísimos de poseer el control que ansiamos. De hecho, las peores desgracias a menudo tienen muy poco que ver con cuanto habíamos previsto. Por suerte, ocurre exactamente lo mismo con los momentos de magia: buena parte de ellos no estaban en nuestros planes. Y eso les proporciona una deliciosidad adicional. Como cuando conoces a una persona random y hacéis clic inmediatamente.
Y no hablamos necesariamente de un clic romántico o de un clic sexual. En muchas ocasiones hacemos clic sin que medie ninguna atracción más allá de la mera amistad. Pero esa compenetración también es muy especial y valiosa en nuestras vidas. La pregunta es: ¿qué condiciones deben darse para que tus clavijas y las de otra persona encajen instantáneamente como piezas de algo mayor? Suzanne Degges-White, consejera de salud mental y presidenta del departamento de Consejería y Educación Superior de la Northern Illinois University, expone en un artículo para el medio Psychology Today las cinco condiciones clave.
La primera de ellas es la vulnerabilidad. Después de todo, y como apunta esta especialista, "debes estar dispuesto a bajar la guardia lo suficiente como para llegar a conectar con otra persona desde una posición de desconocimiento". Es imposible que se produzca un clic si estás emocionalmente escondidx de los demás en ese momento. En esa misma línea, la segunda de las condiciones es la proximidad. Y no hablamos solo de una proximidad espacial, sino también de proximidad emocional. Ambos debéis "estar abiertos a construir una conexión con las personas que os rodean". Estar en el mismo mood, vaya.
Pero no únicamente en el mismo mood: también "en la misma longitud de onda", lo que viene a ser tener un rollo similar que favorezca la conexión. Probablemente en esto juegue un papel más relevante la manera de afrontar la vida y gestionar las cosas que el hecho de que a ambxs os mole SenSenra o coleccionar caracolas del Mediterráneo. Hay personas aparentemente muy similares con las que no casamos. Y es porque todo eso que compartimos es superficial. Por eso es fundamental la cuarta condición: similitud en la experiencia de vida, así como en el momento concreto en que os conocéis. Que estéis viviendo la situación de forma parecida.
Por último, queda una condición esencial: "que estéis en un espacio en el que estáis superando desafíos o adversidades juntos". Como sobrevivir en una fiesta trap siendo detractores, ganar juntos en algún juego de mesa o terminar la aventura senderista por el monte ese tan infinito. Según Degges-White, "cuando estas cosas se unen, el fuego se ha dispuesto para que una amistad luciérnaga se encienda", lo que para la experta implica una amistad con un fortísimo sentimiento de conexión. No obstante, muchos de estos clics terminan ahí y no se extienden en el tiempo por razones inevitables. Así que disfrutemos el instante.