El zinc podría ayudarte a mantener el envejecimiento a raya

Interviene en el sistema de defensas, la división celular y la síntesis de proteínas

De momento, y a menos que consigas transferirte exitosamente los genes de la medusa inmortal Turritopsis nutriculala aventura de tu vida tiene fecha de caducidad. Es una verdad difícil de digerir cuando te paras a pensarla detenidamente, pero ahí está, como una sombra inevitable. Sin embargo, la manera en la que vives tu vida puede provocar que la fecha de caducidad sea más pronto o más tarde. Y eso, aunque ahora mismo no te parezca demasiado importante, lo será algún día. Además de lo clásico, como llevar una correcta higiene del sueño o realizar ejercicio físico, hay una cosa clave que podrías hacer: consumir más zinc.

Por qué es importante tomarlo

Porque según una nueva investigación llevada a cabo por científicxs de la Universidad Autónoma de Madrid, y publicada en el Journal of Gerontology, cumplir con las cantidades recomendadas de zinc diarias tiene una consecuencia directa en el nivel de deterioro físico y en el envejecimiento. Descuidar su consumo idóneo, que se sitúa en los 12 microgramos diarios para las mujeres y en los 15 microgramos diarios para los hombres, puede provocar que envejezcas mucho más rápido y, por lo tanto, vivas una vida mucho más corta. Después de todo, tu edad exacta no es la que aparece en tu DNI. Es bastante más complejo que eso.

¿Pero por qué resulta tan determinante el zinc? Según cuentan desde Vitónica, "en nuestro cuerpo influye considerablemente en el sistema de defensas, así como también en la producción de hormonas como la testosterona, la división celular y la síntesis de proteínas, ayudando entre otras cosas a conservar la masa muscular". En ese sentido, asegurarte de que consumes la dosis recomendada de zinc no solo alarga tu vida, sino que hará que esta sea mucho más estimulante, pues conservarás muchísimo mejor tu función física y te convertirás en una persona físicamente menos vulnerable y frágil. Ralentizarás el paso del tiempo.

Alimentos con zinc

Consumirlo no resulta demasiado complicado. Al fin y al cabo, son muchos los alimentos que tienes a tu disposición para cubrir tus necesidades de zinc. Entre ellos, y según este mismo medio, "alimentos sobre todo de origen animal como mariscos, pescados, carnes o bien frutos secos, semillas y granos enteros". Pero si buscas unos chutes de zinc especialmente potentes, tienes que acudir a alimentos muy ricos en este mineral como son las ostras, las almejas, el hígado o la carne de vaca. Eso sí, siempre enmarcando su consumo en una dieta equilibrada. No puedes vivir a base de esos alimentos. El quid de la cuestión es el equilibrio.

Además, el zinc en exceso también puede resultar perjudicial. Así lo confirman desde el National Institutes of Health de los Estados Unidos: "Algunos de los signos del consumo excesivo de zinc son náuseas, vómitos, pérdida del apetito, cólicos, diarreas y dolores de cabeza" en el corto plazo y, "si se ingieren dosis excesivas de zinc durante mucho tiempo, podría presentarse trastornos como nivel deficiente de cobre, poca inmunidad o bajos niveles de colesterol HDL o colesterol bueno". Más concretamente, el consumo diario excesivo se ubica en los 40 microgramos. Basta con que permanezcas por debajo. Y a vivir la vida.