La última tendencia estaba tardando en llegar. Con la pandemia y el uso obligatorio de las mascarillas nuestra mirada es más protagonista que nunca. El yoga para los ojos consigue que tengas una mirada más descansada y más brillante en muy poco tiempo y con una serie de ejercicios específicos. Está claro que esta denominación nada tiene que ver con la práctica que se conoce pero también tiene como objetivo fortalecer los músculos que rodean nuestros globos oculares. Se consigue que la zona esté más fortalecida, más presente, más levantada y no se trata solo de algo estético, ya que con el teletrabajo, por ejemplo, nuestra mirada se va desgastando.
Los ejercicios se dividen en tres apartados diferenciados y cada uno de ellos tiene una serie de movimientos concretos. Se trata de ejercicios que, además, pueden ayudar a relajar la cabeza y, por tanto, menguar los dolores.
Estirar
Para estirar toda la zona de la mirada primero hay que destensar. Relaja la mandíbula, las mejillas y cierra muy lentamente los ojos. Toma consciencia de que tu rostro está totalmente suelto. Mantén los párpados bajados y mueve los ojos por dentro. Mira completamente hacia arriba y mantenlos en esa posición durante cuatro segundos, luego bájalos y mantenlos ahí durante otros cuatro segundos. Repítelo tres veces y luego haz lo mismo pero de izquierda a derecha.
Fortalecer
En este apartado se trata de que haya más movimiento. Tienes que parpadear 10 veces a la máxima velocidad que puedas. Luego cierra los ojos con suavidad y aguanta con los ojos cerrados durante cinco segundos. Este ejercicio debe repetirse cinco veces.
Enfocar
Este ejercicio se realiza sentadx. Tienes que tener la espalda erguida y tomar consciencia de tu cuerpo. Estira los brazos frente a ti y pon las manos con el pulgar hacia arriba. Ahora hay que enfocar: lleva tu mirada y tu enfoque hasta la uña del dedo pulgar, cuenta cuatro segundos. Después lleva el pulgar hacia la nariz hasta que ya no puedas enfocarlo más. A continuación lleva el brazo a su postura principal y sigue con la mirada la uña del pulgar. Esto durante cinco veces y con cada uno de tus brazos.