La razón por la cual no debes dejarte puesto el bañador mojado

Cambiarte el traje de baño una vez abandonada la playa o la piscina puede ahorrarte problemas de salud

El verano y las vacaciones. Todo un despliegue de relajación y lugares nuevos. Aunque estemos en un momento de pleno descanso, no debemos dejar pasar los cuidados mínimos de salud: después de un merecido baño en la playa o en la piscina, sería adecuado cambiarnos el bañador por uno seco ya que la humedad es un caldo de cultivo para infecciones urinarias. Hay que vigilar el contagio de hongos sobre todo porque se trata de una época en la que entramos en contacto con la arena, las duchas y baños que no son los de nuestra casa. 

La mayoría de mujeres, en algún momento de su vida, experimentarán este tipo de infecciones vaginales y, aunque no se trata de un contagio peligroso, sí que es bastante incómodo. En verano estos hongos dan con las mejores condiciones para su crecimiento: el calor y la humedad del bañador, entre otras cosas. Es por ello que en los hombres estos hongos aparecerán en ingles y el escroto y en las mujeres en el pliegue que hacen los pechos voluminosos.

El hecho de nadar o sumergirse en el agua no genera el riesgo de crecimiento de hongos ya que el agua está fluyendo de forma constante y esto impide el crecimiento de los mismos. Aún así, los diferentes investigadores que trabajan sobre estos puntos explican que “depende mucho del tipo de tejido y la persona” y puntualizan que “para comprobarlo habría que hacer una prueba sobre un grupo grande de personas” y lo cierto es que la búsqueda por provocar o no hongos no es muy ética que digamos.

Lo más recomendable es estar atentos a los síntomas que el cuerpo puede ir mostrando en verano. Puede aparecer picor intenso en la zona de los genitales femeninos junto a un olor fuerte y un cambio de color en el flujo vaginal, lo que significaría un síntoma de posible candidiasis. Asimismo pueden manifestarse en la piel erupciones y rojeces en forma de ronchas lo que mostraría que hay hongos generados por la humedad y el calor en zonas como los glúteos, muslos internos e incluso genitales. Si apareciera alguno de estos síntomas lo mejor es acudir al médico y la próxima vez secarse bien y cambiarse de bañador, será solo un momento y te ahorrarás todo lo posterior.