Un prestigioso genetista afirma que la vejez es una enfermedad

Encontrar la manera de que el epigenoma no pierda información podría ser la clave de la inmortalidad

El avance de la humanidad no es completamente lineal, pero la realidad es que durante los últimos 200 años hemos disminuido increíblemente la influencia de las hambrunas, las enfermedades y las guerras en nuestras vidas, las tres principales caras de la parca para los humanos. Hoy, como asegura en su ensayo Homo Deus el escritor israelí Harari, estamos en disposición de enfrentar a otro incontestable enemigo: el envejecimiento. Porque científicos como David Sinclair, genetista de la Facultad de Medicina de Harvard, tienen claro que no debemos aceptar el envejecimiento como una inevitabilidad, sino como una enfermedad curable.

¿Pero cómo es posible? ¿Acaso podemos los seres humanos superponernos a la biología de una manera tan clara? En palabras del propio Sinclair, "no hay ninguna ley biológica que diga que debamos envejecer" y, en consecuencia, solo necesitaríamos encontrar el origen del envejecimiento y dar con una solución. Al igual que hemos hecho con tantísimas otras cosas naturales que parecían inevitables: morir a causa de un virus o de una bacteria muy letal, nacer unido a un hermanx siamés o tener un desequilibrio hormonal. Todas estas problemáticas han encontrado soluciones más o menos efectivas. La ciencia nos proporciona ese poder.

Y en cuanto al envejecimiento, la buena noticia es que los investigadores tienen una idea bastante sólida del origen. Como indica Sinclair en una entrevista para BBC Brasil la clave parece encontrarse en el epigenoma, "los sistemas de la célula que controlan qué genes se activan y desactivan" puesto que, "con el tiempo, este epigenoma comienza a perder información y las células pierden la capacidad de activar los genes correctos en el momento adecuado". Bajo su experiencia en una de las instituciones a la vanguardia en el tema, Sinclair cree que "esa es la razón por la que envejecemos". Un problema resoluble, dicen los expertos.

E incluso aunque resultara que no podemos eliminar el envejecimiento de la ecuación por completo, aunque terminara siendo una enfermedad crónica, eso no significaría que no pudiera tratarse para no caer ante ella con la misma facilidad. Existen muchas enfermedades incurables y no nos rendimos, sino que utilizamos los medicamentos necesarios para mejorar y alargar la vida de quienes las sufren. ¿Por qué no hacer esto con el envejecimiento? Según Sinclair, "la exclusión actual del envejecimiento como enfermedad hace que los médicos duden en recetar medicamentos que brinden muchos años de vida más saludable".

El debate es científico y filosófico y nadie garantiza que la Organización Mundial de la Salud vaya a incluir el envejecimiento como enfermedad algún día. Mientras tanto, recomienda este especialista, hay muchas cosas que puedes hacer para mantener en forma tu epigenoma. "Más del 80% de tu salud futura depende de cómo vivas, no de tu ADN". Entre sus consejos están adoptar una dieta mediterránea, consumir menos calorías y con menos frecuencia, hacer más ejercicio y cambiar la temperatura con hielo y agua fría. Hasta que llegue una pastilla milagrosa solo nos queda la buena vida. Abrazarla o no ya depende de ti.