Cada vez hay más gente que dice haber perdido el olfato por el coronavirus

La anosmia no se considera un síntoma de la enfermedad, aunque varias organizaciones médicas piden que sea así para evitar que los pacientes provoquen nuevos contagios

Es el grupo de Whatsapp con más movimiento y menos cantidad de información que he visto en mi vida. Se llama Sabuesos y tiene 229 miembros en el momento en que accedo, porque continuamente hay gente entrando y saliendo. Es una especie de club de alcohólicos anónimos en el que sus integrantes también tienen un problema en común, pero el suyo es mucho más desconcertante: llevan días sin oler nada de lo que le rodea. Tampoco saborean lo que comen. La mayoría están convencidos de que es una consecuencia del coronavirus y, aunque la Organización Mundial de la SaludOMS admite que ya está investigando si puede confirmarse como un síntoma de la enfermedad, esta gente tiene tan pocas respuestas que siente que con la pérdida del olfato y el gusto puede estar también perdiendo la cabeza. 

Saber que no estás solo

Pero no todos están allí. Lorenzo tiene 34 años y desde que empezó el confinamiento es padre 24/7. Al principio, el coronavirus era algo más o menos lejano que tenía a sus padres confinados en una de las ciudades más afectadas de Italia, Bolonia. Luego, empezó a sentirse mal, tuvo un día de fiebre alta 39 y luego se le pasó. No sabía si esa gripe extraña era coronavirus, pero había algo que le inquietaba todavía más: no podía oler ni los pañales de sus hijos. Su esposa, una psiquiatra catalana, tampoco, aunque ella nunca desarrolló ningún otro síntoma relacionado con el Covid-19 tos, malestar general, fiebre, falta de aire al respirar.

"Cocinar era una de las alegrías de la cuarentena, pero ahora llevo nueve días sin sentir nada. Ayer hice una torta de mascarpone con vainilla, con una de esas ramitas que tienes que partir por la mitad y me pareció notar algo y esta mañana he sentido de lejos el aroma del café, pero llevo nueve días sin oler absolutamente nada. Estoy cocinando y me estoy congelando trocitos de las cosas para poder probarlas más adelante", cuenta por teléfono a las ocho de la mañana, antes de que se despierten sus gemelos de dos años. "Yo lo que sé es que hasta ahora nunca había conocido a nadie que perdiera el olfato y ahora ya van cinco o seis", asegura. Perder el olfato sin saber exactamente por qué es muy raro.

Por eso muchos buscan apoyo en el grupo. Lo del noveno día es una especie de meta que se baraja también en el chat de Sabuesos. Allí, la gente va llegando mediante un link, cuenta sus síntomas y empieza a recibir apoyo. "Aquí estamos todos así" es un comentario recurrente. Luego otros citan los primeros sabores que han podido probar después de esta especie de pausa horrible. También cuentan cómo progresa su recuperación. Por ejemplo, "yo ya noto el 30% del sabor de la crema de cacahuete" o "ya en mi día 16 estoy al 90%", decían dos usuarios, como si el sabor se pudiera calcular con la misma barra de medir que una película cuando te la descargas.

El chocolate y el café, aromas objetivamente intensos, son de los primeros en volver. También recomiendan oler hoja del árbol del te, un producto de aroma profundo que se vende en farmacias y herboristerías, aunque otra persona, sin añadir más datos, recomienda: "Calma y paciencia. No buscar oler cosas fuertes nos podemos hacer daño y retrasar más el proceso. Solo tomar paracetamol!". Hay mensajes contradictorios porque nadie sabe nada de lo que le está pasando, incluso Dabiz Muñoz, chef del restaurante Diverxo de Madrid, ha compartido en sus redes su frustración porque lleva 12 días viviendo de manera insípida. Tampoco él entiende lo que le pasa.

Más contagios

La que sí es una queja recurrente es que por mucho que sospechen que la anosmia así se llama la ceguera de la nariz es consecuencia del coronavirus, cuando luego llaman a los teléfonos para los afectados, les dicen que no se considera un síntoma. Por esto, ya hay organismos como la British Rhinologiacal Society, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y la confederación europea de la misma especialidad que se han adelantado y pronunciado sobre la anosmia y piden que se considere como un síntoma de posible contagio de Covid-19 para evitar la transmisión del virus.

"Si bien la infección por Covid-19 es una enfermedad nueva de la que aprendemos día a día, ya se dispone de datos de otros países Corea del Sur, China, Italia, Alemania... que hablan de una frecuencia de la anosmia pérdida del olfato, que habitualmente conlleva pérdida del gusto de hasta el 30-60% de los afectados", dice la Sociedad Española de Neurología SEM en un comunicado del 21 de marzo, que explica que este síntoma suele ir relacionado con infecciones respiratorias víricas. Otros organismos como también han comunicado que podría ser consecuencia del coronavirus, al menos piden que se tenga en cuenta como posible síntoma.

"Ahora mismo los médicos que trabajan con pacientes de coronavirus tienen presente la anosmia, lo que pasa es que es síntoma leve y en estos momentos, en el 061 solo se están asegurando de que las personas que se quedan en casa no se estén ahogando porque los hospitales están muy saturados", explica Maria, una psiquiatra de Barcelona que ya se está recuperando. "Yo sé que soy Covid-19 positivo porque soy personal sanitario, pero si fuera una ciudadana de a pie, no me habrían hecho la prueba. Hasta que no lleguen los tests rápidos no podremos confirmar del todo que estas anosmias son por coronavirus", apunta. Ella, hace una semana, metía la nariz en una taza de café y era incapaz de diferenciarlo del agua.

Si estás en el hospital, conectado a un respirador o a un ventilador, no te das ni cuenta, reflexiona. Por eso es tan misterioso: solo notan la anosmia quienes están más o menos bien y en casa. Por esto es tan desconcertante. La anosmia, por cierto, suele pasar en unos 15 días, cuando tiene origen vírico y en una minoría de los casos alrededor del 1% es irreversible.

Anosmios anónimos

Unos con más síntomas, otros, solo con el repentino bloque de su olfato, como víctimas de una extraña pandemia invisible, los miembros de Sabuesos se dan mucho apoyo porque cuando entran allí, más bien desconcertados, se dan cuenta de que no son los únicos. "Las mandarinas y las galletas de dinosaurios nos van a salvar", es uno de los primeros comentarios que leí nada más llegar. Pensé que estaban locos. Luego lo entendí: cuando a un "compañero" le funciona un alimento, lo único que te queda es probar suerte. Pero en realidad, es solo cuestión de tiempo. No está demostrado que unos sabores sean más efectivos que otros.

"Fueron momentos muy duros", me cuenta en un audio una de las administradoras del grupo, que me saluda como "¡Hola, amigo sabueso!", que llegó allí cuando solo había unas 30 personas, hace ya casi tres semanas antes de que empezara la cuarentena. "Entonces prácticamente no había ninguna referencia a la anosmia. Hacías una búsqueda en Google y no te salía nada. Creo que había una página que decía que le habían preguntado a Fernando Simón director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y que no era un síntoma oficial", explica.

Ella es una de las que mantiene el grupo vivo, la gente agradece sus mensajes de ánimos y hasta los vídeos en los que habla de arqueología para ayudarles a pasar el rato. Pero no siempre es fácil, sumando a que ella misma ha pasado la enfermedad y su esposo también. "Hay un momento que te saturas mucho, yo hoy no he mandado ningún audio y ayer tampoco. Es estresante, porque tengo que ir leyendo todos los mensajes y quiero dar ese apoyo personal y moral, no como científico, tampoco como médico, pero sí como persona. Consejos médicos no he dado, apenas los que he leído en páginas oficiales, pero mi apoyo ha sido sobre todo moral. He visto que hay mucha hipocondria porque es una situación muy, muy difícil", añade.

Llegó al chat a través de Twitter, ahora está "recuperada al 100%" y sus mensajes tienen un efecto directo sobre el resto: "❤❤❤❤❤ siempre me encanta escucharte , YA TU VOZ ME DA SUBIDON aún más 👏👏", le contesta alguien. Al final, confinados y con los centros de salud saturados, solo se tienen unos a otros y la alegría de leer un mensaje de este estilo: "Buenos días coleguis !! Huelo y saboreo un pelín 5to día !!!".