El síndrome de Rebeca es el tipo de celos más enfermizo en una relación

Se trata de ese comportamiento en el que tu pareja observa obsesivamente e incluso puede llegar a acosar a tu anterior pareja, algo que a la larga causa problemas en la relación y en la autoestima de la persona

No llevas mucho tiempo con tu nueva pareja, estáis construyendo la confianza, la intimidad, estáis cada día conociéndoos más. Es normal que salga el tema de las anteriores relaciones, en ese aspecto podéis hablar de qué errores creéis que ocurrieron, cómo gestionasteis los enfados, qué cosas positivas habéis extraído y también, por qué esa anterior relación acabó. En este punto de la relación puede ocurrir lo que se denomina el síndrome de Rebeca, se trata de un comportamiento en el que alguna de las partes de la pareja se obsesiona de forma irracional con las antiguas parejas de la persona con quien mantiene una relación. Es una realidad muy frecuente y bastante silenciada que, por supuesto, ha incrementado debido a la existencia de las redes sociales.

“Hay personas que llegan a hacerse perfiles falsos solo para seguir a ese hombre o mujer que, no hace mucho, compartió vida con su pareja. Miran sus fotos, analizan su aspecto, su forma de vida y sus comentarios de manera diaria y meticulosa”, explican desde La Mente es Maravillosa. Esta fijación constante puede llevar directamente a la inseguridad, no solo en la propia relación sino a la inseguridad personal. Puedes llegar a compararte física e intelectualmente con esa persona y que la relación se llene de obsesiones, miedos y, por supuesto, celos. Un montón de componentes tóxicos que harán que la relación se desgaste.

Esta forma de actuar, como ya se sabe, tiene un nombre muy conocido: stalkear. Se trata de esa conducta de vigilancia y espionaje que ocurre en las redes sociales. Uno de los principales problemas que tiene esta conducta es que puede volverse adictiva porque siempre hay vías a nuestro alcance a través de las cuales conocer la vida de esa anterior pareja. Es cierto que al principio puede ser pura curiosidad pero hacen falta solamente algunos indicadores que nos pueden volver adictxs: fotos antiguas juntxs e incluso comentarios entre ellxs en dichas fotos. En este punto, como explican desde La Mente es Maravillosa, es posible que nazcan dos emociones: la estimulación y el autodesprecio.

Es en este punto cuando surge lo que se llama celos retroactivos. El síndrome de Rebeca hace que exista una sensación de amenaza, inquietud y molestia hacia las ex parejas de tu pareja aunque es más que obvio que esa persona no interfiere en la relación actual. Es como si fuera un veneno que crece por alimentarlo con imágenes e información. Este comportamiento hace que te transformes en una persona que seguramente no te gusta, con mayor desprecio hacia unx mismx, sabes que no está bien lo que haces porque te genera una mala sensación pero hay algo que no te permite dejar de hacerlo.

A partir de aquí debes aprender a parar y a frenar. Tus sentimientos son claros: sientes vergüenza, sientes tristeza, sientes celos, enfado… Detrás de esas emociones hay inseguridad y clara falta de autoestima y ambas pueden romper y desgastar enormemente no solo la relación sino a la propia persona. Lo mejor es dedicar tiempo de calidad a la pareja, aprender a madurar, generar otras actividades que no hagan que nuestra mirada se enfoque a las redes sociales y, por supuesto, aprender a querernos y a confiar en que si esa persona está contigo es porque así lo desea.