Por qué a veces sientes que odias a tu pareja aunque la quieras

Resulta que el amor y el odio comparten una misma parte del cerebro y, aunque puedas llegar a sentirte mala persona o no entender qué ocurre, tener ambos sentimientos es posible y muy normal

Llevas algún tiempo con tu pareja y tienes días que lx miras a los ojos y piensas lo afortunadx que eres y otros días que lx miras y piensas pero ¿qué hago yo con esta persona? No es que haya ocurrido nada malo, es que hay día que parece que odias a esa persona y cada palabra que sale por su boca te sienta fatal. Pero ¿cómo puede ser? ¿Cómo se puede pasar de ese cariño a ese desprecio en cuestión de días u horas? No te gusta sentirte de esta manera porque te hace pensar que hay algo que no va bien. Pues no pasa nada, de verdad. Científicamente hablando es posible experimentar esos sentimientos contradictorios sin que la otra persona haya hecho nada y sin peleas ni conflictos entre ambxs. Pero ¿por qué pasa esto exactamente?,

Son emociones que “sentimos por casi cualquier persona que sea significativa para nosotros. Hay algo que es prioritario entender para desarrollar al máximo nuestra inteligencia emocional. Debemos aprender a aceptar nuestros sentimientos contradictorios porque también ellos forman parte de nuestro repertorio emocional. Ese entramado complejo de sensaciones, percepciones y emociones contrapuestas y caóticas también nos hace humanos”, así lo explican desde La Mente es Maravillosa. La cuestión es que en el día a día es más que normal sentir estas contradicciones y no debemos sentirnos culpables por sentir dos cosas diferentes.

Pero no todo termina aquí, no solo se trata de una comprensión emocional. En un estudio realizado por el University College London se descubrió que el odio y el amor romántico comparten las mismas regiones del cerebro. Lo que ocurre es que percibimos el odio como algo negativo y que debe desaparecer pero la “excitación neurológica que generan es muy intensa y al procesarse en unas mismas áreas cerebrales, hace que en un mismo momentos, podamos sentir por alguien ambas emociones”, detallan desde la misma web. Como no hemos aprendido que es posible sentir ambas emociones, nos sentimos culpables por sentir esa negatividad hacia la persona que queremos.

Hay algo que nos persigue por ser personas humanas y es que tenemos una necesidad enorme de que todas nuestras creencias y pensamientos sean coherentes, cuando la realidad se aleja de eso constantemente. Como tenemos esta necesidad aplastante, si sentimos repentinamente odio por la persona amada entramos en un conflicto personal de angustia que se llama disonancia cognitiva. Algo así como que no tiene sentido tener esas emociones. Es necesario que aceptemos los sentimientos que experimentamos y que entendamos que, en las relaciones humanas, los sentimientos ambivalentes son efímeros, la sensación de contradicción no dura mucho tiempo.