Cómo salir el bucle de recuerdos de tu ex para superar la ruptura

Las imágenes aparecen en tu mente. Algunos son buenos recuerdos, otros no tanto pero cualquiera de ellos puede hacer que sea muy complicado superar una ruptura

La memoria perturba o apoya. La memoria te hace sonreír o te hunde en la tristeza. Seguramente has estado en ambos extremos: un momento de soledad puede llevarte a cualquier recuerdo, el que te alegra o el que te aflige. Luego tendrás que gestionar cómo influyen en ti esas emociones y hasta qué punto permitirás que afecte en el instante que estás viviendo. Después de una ruptura, vendrán a tu cabeza imágenes de la relación.

Los recuerdos se entrometerán en tu conciencia y darán lugar a diferentes sentimientos: la felicidad de compartir algo por primera vez con esa persona o la rabia de una pelea que tuvisteis por una tontería. Es normal que esto ocurra, tu cerebro está intentando gestionar qué debe hacer con esas imágenes que están tan presentes y que antes no lo estaban porque esa persona estaba ahí. Su ausencia está siendo completada con estos recuerdos. Para que esto no suceda constantemente y no te deje avanzar debes tener en cuenta una serie de pasos, así lo explican desde Psychology Today.

1. Lo importante en una caja

Los objetos que relacionas directamente con tu pareja: regalos, compras, cartas, fotos o papeles deben guardarse en un lugar al que no tengas un fácil acceso. Cuando tienes todos estos elementos a la vista, el intento de superar la ruptura será más complicado porque todo el entorno te estará continuamente recordando a esa persona. Si fue decisión de la otra persona dejar la relación, los recuerdos te dolerán un poco más. Si la decisión fue tuya, la tristeza o el anhelo pueden hacerte pensar si has hecho bien o mal. Sea cual sea la forma, los recuerdos tangibles no te ayudarán a avanzar. Eso sí, no tires todo porque quizás, más tarde, te apetezca poder verlos y recordar lo que viviste de forma sana y no dolorosa.

2. La memoria como apoyo

Si echas de menos a tu pareja o la angustia y el anhelo no te permiten continuar con tu vida debes acudir a los recuerdos que te lleven a los instantes por los cuales la relación no continuó. Elige un comportamiento o un momento concreto y en cuanto sientas esto intenta que la memoria te sirva de apoyo para entender que era mejor no seguir en la relaciónLa búsqueda de recuerdos menos dramáticos y con más matices equilibra la memoria narrativa de la relación, es importante no dejar que la memoria idealice o tergiverse la realidad vivida.

3. El previo a la relación

Debes recordar qué hacías antes de estar en esa relación: cómo era tu vida, qué actividades te gustaba hacer... Cuando lo recuerdes debes volver a retomar estas rutinas, así podrás acercarte a ese momento en el que estabas perfectamente bien en soledad.

4. Sí a viajar

No es necesario cruzar el océano pero sí, al menos, alejarse de los lugares habituales. Los espacios que compartiste con tu pareja serán muchos y pasar cada día por ellos no te ayudará a superar la ruptura. Vas a relacionar el espacio con un instante concreto y anhelarás lo que sentías en aquel entonces. Un viaje te permite separarte de tu entorno cotidiano y de las conexiones que tiene con tu pasada relación.

5. Distracción enfocada

Cada vez que un recuerdo que no quieres pensar aparezca en tu mente intenta enfocar tu atención y dirigir tu recuerdo hacia una memoria alternativa. Piensa en un viaje, en una comida con tu familia, en algo que hayas leído, en una imagen que hayas visto por la televisión... Lo que sea que pueda ser sencillo y rápido. Lo que no deseas recordar debe ser reemplazado y no negado porque cuando lo niegas o lo tapas aumenta la probabilidad de que vuelva constantemente a tu mente. Ahora bien, hay instantes en los que es necesario dejar pasar esos recuerdos y descargarse. Después de un rato se debe salir de ese estado, ya que el problema es mantenerse en esa tristeza o ese anhelo.

6. Estar activx siempre

Después de una ruptura existe una tendencia a disminuir la actividad. El hecho de no hacer nada deja paso a los recuerdos y, por tanto, a los sentimientos asociados a ellos. Si te mantienes activadx, con la atención ocupada en el exterior y en el presente será más complicado que los recuerdos entren. Hacer deporte es una de las opciones: te concentras en el ejercicio, no recuerdas el pasado y, además, tu ánimo se levanta y te sientes más motivadx.