Estas son las relaciones con más probabilidades de acabar en San Valentín

O salís reforzadxs o no salís. El día de los enamorados es una prueba de fuego

A estas alturas de la vida, con una mirada más práctica de las cosas, probablemente te cueste no ver el día de San Valentín como una gigantesca trola capitalista para promover el consumo. Y aunque en cierto sentido lo es, la realidad es que los seres humanos hemos tenido dioses, fechas y festividades para celebrar el amor en muchos momentos de la historia y en muchas culturas distintas. San Valentín es mucho más que gastar dinero. De hecho, y como explica la experta Wendy L. Patrick en un artículo para San Valentín, "puede funcionar como un recordatorio anual de los aspectos positivos de las relaciones". O como un punto y final.

En concreto, y según una investigación publicada en el portal de la Universidad Estatal de Pensilvania, "el Día de San Valentín realmente mejora las relaciones, pero particularmente para las personas que están pensando en su pareja y están predispuestas a depender de la otra persona". En otras palabras: aunque sea muy bonito aquello de "el amor se demuestra todos los días", y muy cierto, tener una fecha señalada en el año en el que mostrarse compromiso mutuamente ayuda. "Recordar tener una relación de pareja de calidad está vinculado con sentimientos de gratitud, lo que mejora la experiencia de cercanía", escribe Patrick.

¿Pero qué ocurre con las parejas que no lo tienen tan claro y cuyo compromiso pende de un hilo? El estudio liderado por el psicólogo William J. Chopik confirma las conclusiones de varias otras investigaciones previas al respecto: "las parejas en relaciones románticas que ya se encontraban en un estado debilitado tenían casi cinco veces más probabilidades de romper dentro de las dos semanas que rodean el Día de San Valentín que durante cualquier otra semana del año". Y tiene sentido, ¿no? Al fin y al cabo, el popular día del amor te hace plantearte las cosas y hace que tu pareja se las plantee. O salís reforzadxs o jodidxs.

La buena noticia es que, según encontraron Chopik y el resto de investigadorxs, el Día de San Valentín "mejora las percepciones del funcionamiento de la relación en lugar de reducirlas" en la mayoría de ocasiones. Tiene que ir bastante desastrosa la cosa para que un día tan concreto, con millones de personas solitarias alrededor del mundo deseando encontrar alguien con quien compartir agradablemente la vida, no te sientas mínimamente afortunadx de contar con una compañía sólida. Pero esto no significa que debas sentirte así. Si no lo nota y crees que la relación ya no tiene sentido, no te culpes: esas cosas simplemente ocurren.

Sin embargo, y si sientes esa fortuna, si estás verdaderamente agradecidx de la relación que tienes, quizá no sea tan mala idea abandonar por unas horas el espíritu anticapitalista y antiñoño y celebrar, a vuestra manera, lo que habéis construido juntos. Probadlo. Aunque sea una vez. En palabras de Patrick, "las personas que constantemente expresan admiración y afecto por su pareja, y les recuerdan y se recuerdan a sí mismxs lo que aprecian de la relación, disfrutan de relaciones más felices y satisfactorias". Es una celebración del vínculo. Solo eso. Olvídate de Love Actually y las cajas de bombones. Díselo. Las buenas palabras marcan la diferencia.