Qué hacer cuando te dejan y no sabes por qué

Te preguntas una y otra vez qué ha ocurrido, creías que iba todo bien pero llega, sin esperarlo, la ruptura, las preguntas siguen en tu cabeza y todo eso sucede por un motivo

Se llama duelo confuso a esta situación en la que, sin esperarlo, tu pareja decide cortar con la relación. No hay nada que te haya indicado, con anterioridad, que vuestro vínculo llegaba hacia su final. Obviamente lo ideal es que la persona que decide cortar la relación explique los motivos por los cuales ha tomado tal decisión pero esto no siempre ocurre. En la mayor parte de los casos, las personas que componen la pareja intuyen o van descubriendo que el amor o lo que lxs unía va desapareciendo. En otras tantas situaciones es un cúmulo de experiencias negativas que desgastan el lazo y la decisión de dejarlo sucede por ambos lados.

“Para bien o para mal, las relaciones de pareja no se dan de manera simétrica. Ni los dos sienten lo mismo ni en muchos casos los cambios van en la misma dirección. Puede suceder que uno de los dos quiera terminar pero el otro no. Y esto genera dolor”, explican desde La Mente es Maravillosa. A ese dolor, a veces, se le añade otro factor que dificulta superarlo: la persona que deja la relación no sabe o no quiere decir por qué ha tomado tal decisión. Esto hace que la persona que es abandonada no pueda o le sea más difícil pasar página y seguir adelante. Todo esto genera lo que se llama duelo confuso.

Cuando algo así sucede, pocas veces se ve venir. Esto puede ocurrir por dos razones, porque de verdad es complicado entender que la otra persona ha dejado de sentir o porque, quien es abandonadx, no ha sido capaz de abrir los ojos y ver lo que ocurría a su alrededor. Tras la ruptura, no paran de venir una y otra vez las preguntas: “¿por qué?, ¿por qué ha decidido dejarlo?”. Desde el principio la persona abandonada tiene todo el rato la sensación de “no puede ser verdad”. Esto es para expresar el primero de los pasos durante un duelo: la negación. Si esta etapa no se supera, las dudas y el “por qué me han dejado” se puede volver obsesivo. Es una muestra de que la persona no es capaz de pasar página.

La realidad ante esta situación es que, la mayor parte de las veces, no vale la pena saber los motivos, no vale la pena ponerse a buscar sin parar una respuesta. Si la persona no lo quiso o no lo supo explicar en su momento, seguramente no lo vaya a hacer. Ir detrás de esa pregunta es querer reavivar algo que ya no existe, con la esperanza de reconstruirlo o de “salvarlo” y esto no es una buena decisión. A veces no existe tal respuesta y, simplemente, el amor se terminó. Puede ser que apareciera otra persona, puede ser que la falta de ganas e ilusión le llevaran a la ruptura o que los cambios que ha vivido esa persona en particular le llevaran a la conclusión de que debía continuar su camino en soledad. Es posible que en cualquier ruptura queden preguntas sin respuesta y a veces hay que entender que así es y que no podemos hacer nada para cambiarlo.