Qué hacer cuando simplemente deja de amarte

No existe una receta mágica para evitar el sufrimiento, pero sí unos cuantos pasos para no agravar el drama

Es una sensación desoladora. Después de tantos años, después de tantos momentos en los que parecía que solo erais vosotrxs dos y nada más, después de construir algo tan profundo, simplemente deja de amarte. Sin más. Y tampoco es que tenga una explicación clara que darte al respecto: solo sabe que ya no siente lo que solía sentir. Y a ti, que sigues sintiéndolo, su desamor te parece irreal, imposible, una pesadilla de la que quieres despertarte de inmediato. Pero está pasando. Es real. Tan real como tu dolor. Y no tienes ni idea de qué hacer ahora.

La aceptación, lo más difícil

No es fácil. De hecho, es uno de los acontecimientos más desgarradores que experimentarás en tu vida. Pero la psicoterapeuta Diane Barth tiene una receta para, como mínimo, no empeorar las cosas. Y comienza con la aceptación. Cuanto más tiempo niegues lo que está ocurriendo, más duro será. Y no solo debes aceptar su desenamoramiento. También el hecho de que no quieran conocer tus propios sentimientos. En palabras de Barth para Psychology Today, "aceptar que ya no están interesados puede ayudarte a seguir adelante". No queda otra.

El segundo paso es asumir la responsabilidad. A veces la gente no sabe por qué deja de amar. Es extraño. Pero otras veces está bastante más claro y tiene que ver con la dinámica de la relación. Escúchale. Óyele decir qué comportamientos tuyos pudieron influir en esa pérdida de la ilusión. Y si no estás de acuerdo, exponlo asertivamente, pero no como estrategia para recuperarle. No suele funcionar. Conocer los secretos de su desenamoramiento te ayudará a superarlo: las preguntas en el aire son enemigas de la recuperación emocional.

Aprender de los errores

El tercer paso es la reevaluación. ¿Sientes que tiene razón? ¿Crees que esos comportamientos tuyos que tanto le desmotivaron son tóxicos y estarías mejor sin ellos? Ponte la meta de trabajarlo. Ya no por esa persona que se fue, sino por ti y quien venga detrás. Porque amigx, vendrá alguien detrás. Seguro. Eso sí, y como apunta Barth, "es importante no asumir más responsabilidad de la que te corresponde ni martirizarte ante su opinión sobre ti". Raramente las cosas son culpa de una sola persona. No cambies más de lo necesario.

Y en esa línea va el cuarto y último paso: evalúa a la otra persona. Ya se fue. Ya tienes una imagen cerrada de lo que fue, lo que hizo y cómo actuó contigo. Te has reevaluado a ti mismx y sabes quién eres y quién vas a ser. Desde esa posición, necesitas saber qué quieres de la siguiente persona que venga. Aún falta. Ahora toca concentrarse en superar esto. Pero tener una mirada crítica hacia la relación y esa otra persona te impedirá idealizar ambas, lo cual es un verdadero obstáculo para pasar página. Mucho ánimo. Todo quedará atrás un día.