Seguro que conoces a alguien que todas sus parejas son similares. Tienen las mismas aficiones, visten igual, más o menos el mismo nivel socioeconómico y de estudios. Parece lógico. Pero también seguro que conoces a alguien que cambia de pareja a menudo y que sus parejas casi no se parecen en nada, lo que se le llama las ‘relaciones boomerang’. ¿Qué las impulsa?
Según dice la doctora en psicología Randi Gunther en la revista Psychology Today, hay un tipo determinado de personas, quizás más aventureras, que “anhelan los desafíos que ofrecen estas diferencias”.
También apunta otra posibilidad: este tipo de buscadores de parejas temen estar condenados al descontento eterno y son por definición inconformistas. “Tal vez sus estándares son demasiado altos, o están buscando lo incorrecto, o sus fantasías están más allá de lo que las relaciones de la vida real pueden proporcionar”, reflexiona la doctora.
Otro de los problemas puede ser el hecho de vivir las relaciones de pareja con guiones pre-escritos de cómo debe ser su amor duradero, perfecto y, en muchos casos, muy romántico. “Se vuelven insatisfechos y desilusionados cuando su pareja simplemente no piensa o actúa como se espera en esos escenarios”, escribe la psicóloga, que aconseja enamorarse de la persona y no de lo que nos gustaría que fuese aquella persona.
Según Gunther, algunas de las personas que llevan a cabo las relaciones bumerang tienen mucho miedo a no ser deseados o, aún peor, a ser dejados. Por este motivo, ejecutan lo que se llama el ‘rechazo anticipada’. “Cuando sus parejas muestran algún signo de alejamiento, a menudo encuentran razones para terminar la relación primero para no tener que experimentar el abandono. Estas respuestas pueden ser inconscientes, pero son claramente identificables cuando se repiten de forma regular”, define la doctora.
Otro de los errores más comunes es escoger una pareja por el simple hecho de que tiene lo contrario a lo que tenía el ex. O, también, el de buscar revivir relaciones anteriores con la esperanza de resolver el pasado cambiando el futuro. Por ejemplo, aquellos que se sienten atraídos por una figura paterna o materna que simboliza necesidades insatisfechas de su pasado.
Finalmente, otra de las posibles razones que da la psicóloga, es simple y llanamente el aburrimiento. “Muchas personas que siguen buscando parejas nuevas y diferentes temen que, una vez establecida la relación en la que están, dejen de interesarse”, escribe la doctora Gunther. Además, explica que, a la vez, estas personas también acaban trayendo pocos estímulos nuevos a sus parejas al cabo de los años y que, por lo tanto, desde su mentalidad, también se convierten en personas poco interesantes o aburridas.