El motivo por el que siempre que encuentras el amor acabas huyendo de él

Esa sensación por la que crees que no estás preparadx para tener una relación tiene un nombre y así es como puedes tratarla

Llevas meses diciendo que lo del amor, por lo que se ve, no es lo tuyo. Llevas meses repitiendo que no le gustas a nadie y que la suerte no te sonríe. En mitad de este caos que parece que no va a cambiar nunca aparece alguien que te hace tilín, alguien que —por una vez— te hace sentir bien y te genera interés. Ahora bien, tampoco quieres hacerte falsas ilusiones, así que vas poco a poco, sobre todo para no llevarte un chasco. Nada va mal. Empezáis a construir una especie de relación pero sin ponerle nombre.

Tú, mientras tanto, intentas buscar la parte negativa porque, 'claro, no puede ser que todo sea ideal'. Pero resulta que sí lo está siendo. Empiezas a agobiarte, ves cosas donde no las hay y vas poniendo distancia. Decides dejar de quedar con esa persona. Para ti se ha acabado. Cuando pasa un tiempo te das cuenta que tienes ese comportamiento con todas las personas con las que podrías empezar una relación. Lo que te pasa tiene un nombre y es filofobia.

Miedo irracional a las relaciones

La mayor parte de las descripciones dicen que se trata del miedo irracional de amar, de enamorarse de alguien o hacia el compromiso. Generalmente, este trastorno, existe por un trauma emocional relacionado con el sentimiento del amor, y en otros casos muy particulares por una enfermedad crónica. Este miedo es, cada vez, más usual y se ve en otros comportamientos como el ghosting. Ahora se buscan encuentros más casuales, más efímeros. Esto, aunque no es malo en cierta medida, podría hacer que te aísles y que rechaces conocer a nuevas personas solamente por el terror que produce la posibilidad de establecer tal lazo con alguien.

Aunque el principal motivo para que esto suceda pueda tener su base en algún tipo de trauma, existen también otros: puede ocurrir que se tenga completa incertidumbre de lo que puede significar tener un compromiso o una relación y sea, esa misma incertidumbre, la que genere el miedo. Otra de las razones puede ser el hecho de no estar acostumbradx a hablar de los sentimientos o pensamientos propios y esta dificultad frenaría cualquier deseo de formar una pareja. Las aplicaciones para conocer gente tampoco ayudan a tener una sensación de seguridad en este mismo ámbito. Así que las inseguridades, la tecnología y las malas experiencias forman un cóctel explosivo que invita directamente a no querer tener nada serio.

Romper con el pánico a pasarlo mal

Para enfrentarte a este temor y ganarle la batalla puedes seguir algunos comportamiento más conscientes. En primer lugar debes ir, poco a poco, exponiéndote al miedo, esta exposición es una de las mejores maneras para empezar a combatirlo. Es necesario, también, que vivas el día a día, que estés en el presente y dejes los malos recuerdos al lugar al que pertenecen: el pasado. Todas las especulaciones o lo que tu imaginación te pueda dar serán producto de ese miedo a lo que ocurrió tiempo atrás. Tienes que aprender, además, a darte tiempo y a expresar tus miedos con las personas más cercanas, quizás puedan darte una perspectiva en la que no habías pensado. Aún así, si sientes que no hay forma de superar este pánico, puedes acudir a un psicólogo que te ayude y te guíe.