Mitos sobre el amor que interfieren en tu relación

Ni el amor lo cura todo ni la intimidad emocional aparece simplemente como consecuencia del tiempo

No es una afirmación universal, puesto que existen personas que se sienten la mar de bien solitas, pero las relaciones románticas están guays. Y podríamos iniciar un debate acerca de cuánto hay de biológico y cuánto de cultural en esa apreciación, ¿pero realmente importa? La vaina, incuestionable, es que sientes un enorme interés en vincularte con otra persona, compartir momentos íntimos y construir algo. Por eso tienes pareja. El problema es que has heredado un par de mitos que afectan a la manera en la que vives tu relación y ni siquiera los tienes identificados. Están impidiéndote sacarle el máximo provecho.

Principales mitos sobre el amor

El primero de ellos, según explica la psicóloga Rachel Allyn en una publicación para Psychology Today, es el mito de que el amor lo cura todo. "Tenemos que reconocer los límites del amor. Porque el amor de otra persona no puede arreglarte. Y si crees que tu amor curará las heridas profundas y oscuras de la otra persona, cuando esa otra persona no está dispuesta a hacer el trabajo de desarrollo personal, terminarás decepcionadx". Son cuestiones lógicas, pero que las películas hollywoodienses, las series de televisión y las canciones de amor se han encargado de sepultar bajo una pila de historias de amor reparador y redentor.

La realidad es mucho más compleja. En cierto sentido, tu pareja puede efectivamente ayudarte a recorrer el camino de la sanación. Tus traumas infantiles, tus dolores de la adolescencia y tus decepciones de adultx son más fácilmente abordables cuando tienes el apoyo incondicional de otra persona. Su paciencia, su cariño, su escucha y su consejo pueden marcar la diferencia. Pero tu pareja no puede recorrer el camino por ti. Y la relación, por muy constructiva y hermosa que sea, tampoco solucionará estos problemas agazapados dentro de ti. No los curará. Simplemente distraerá tu atención de ellos, pero resurgirán.

El tiempo, otro gran mito

El segundo mito que Allyn quiere deconstruir es el de que las relaciones a largo plazo dan lugar a una profunda e inevitable intimidad emocional. Hay muchas parejas que presumen de esto: "¿Cómo no voy a saber lo que está sintiendo después de tantísimos años juntos?". Sin embargo, esto no es necesariamente así. En palabras de esta especialista, "algunas relaciones de varias décadas son ejemplos de una profunda intimidad física y emocional, mientras que otras son ejemplos de dos compañerxs de cuarto que se pelean durante años". Con tener una relación larga no basta para conectar de verdad. Pero ni mucho menos.

Por el contrario, las relaciones requieren de un esfuerzo proactivo por parte de sus miembros para expresar sus emociones. Y no solo eso: para expresarlas de manera que la otra persona las entienda. El tiempo, por sí solo, no dice mucho de la vinculación afectiva y el conocimiento mutuo. Como añade Allyn, "las relaciones para siempre o a largo plazo no son inherentemente mejores que las relaciones más cortas, aunque eso es lo que a la mayoría de nosotrxs nos han hecho creer". En ese sentido, deberías dejar de darlo por hecho y ponerte el mono de trabajo. Si queréis una intimidad emocional nivel god, desarrolladla.