'Foodie calls': arrastrarse de cita en cita para conseguir comida gratis

Por si no había aún motivos rápidos para evitar las citas no deseadas, como el clásico de dar largas y no responder, ahora ha llegado otro que tiene relación con la comida

Parece ser que poco importan todos los consejos que se den sobre relaciones y comunicación porque siempre aparecerán atajos que son más sencillos de escoger, aunque puedan ser dañinos para otras personas. El ya conocido ghosting está completamente instalado, aún, en el comportamiento de aquellas personas que no saben cómo decir que no a una cita no deseada y que optan por dejar el mensaje en leído y, básicamente, desaparecer. Alguna vez lo habrás hecho e incluso alguna vez también te lo habrán hecho a ti. Es una realidad. Por si no fuera poco dentro del universo amoroso ha aparecido otra herramienta y no consiste en desaparecer, sino en aparecer con un interés claro: la comida.

Esta práctica, poco a poco, más común, se ha denominado foodie calls y consiste en quedar con una persona que no te termina de gustar del todo pero, como te invita a comer ya sea en su casa o en un sitio genial, aceptas por llevarte esa cena a la boca que puede salir o bien más barata, o bien gratis, si es que la otra parte de la cita paga por la comida. Como explica un estudio publicado en Sage Journals, entre el 23% y el 33% de las mujeres encuestadas en relación a este término, han especificado que lo han hecho en alguna ocasión. El estudio, además, especifica que esto no solo lo realizan las mujeres sino también los hombres pero, como tradicionalmente se ha extendido la idea de que es el hombre el que paga por la cena, los sujetos encuestados fueron mujeres heterosexuales.

Dentro del estudio, a aquellas que respondían que sí habían hecho foodie call, se les encargó otra encuesta relacionada con la personalidad en la que se evaluaba el grado de psicopatía o narcisismo. También se les preguntó sobre el funcionamiento de los roles de género, en el cual la gran mayoría que había hecho 'foodie call' consideraba que es deber del hombre pagar por la cena. El estudio indica que “guarda una relación muy importante, ya que estos factores implican engañar a otra persona para su propio beneficio maquiavelismo, falta de empatía y remordimiento psicopatía y un sentido de derecho narcisismo”.

La cuestión es que el número de encuestadas no puede representar a toda una generación ni a una grupo concreto de mujeres. Pero se trata de una práctica que está creciendo y que no es del todo aceptable. Si la cuestión es la comida, siempre puedes tener una cita con alguien que te gusta y también comer, si la persona no te termina de gustar, debes optar por la sinceridad y explicar que no existe el mismo interés. La opción de tener una amistad también está ahí, podéis ir a comer o a cenar y dar comienzo a otro tipo de relación que no implique la intimidad.