La estrategia de oro para no cometer una infidelidad

Mantener la monogamia es la regla pero, dado que es bastante contraria a nuestra naturaleza, a veces es complicado. Existen algunas fórmulas para seguir siendo fieles

No hace falta que una relación sentimental vaya mal para que podamos sentirnos atraídxs por otras personas. Las historias que nos rodean hacen que creamos que no se puede tener este sentimiento sin que la relación esté a punto de fracasar. Esto no es real. Es cierto que al principio de toda relación sentimental es raro que nos fijemos en otras personas porque estamos intensamente concentradxs en nuestra pareja. Esto sucede por la ilusión y las ganas que existen al principio de todo vínculo ‘romántico’. Pero cuando esta fijación principal va menguando hasta que llega a un equilibrio estable, es posible que aparezcan otras personas que llamen nuestra atención sin que eso signifique que vayamos a cometer una infidelidad.

Existen investigaciones neurofisiológicas que “demuestran que el simple contacto visual con una persona que puede ser atractiva ya activa las áreas cerebrales relacionadas con la recompensa y el enfoque de indicaciones”, así lo explican desde Psychology Today. La infidelidad es uno de los principales motivos por los cuales una relación puede romperse y, aunque la relación vaya bien, hace falta que aparezca alguien que llame un poco más nuestra atención para que esta opción se active en nuestra mente. Así que, si queremos no caer en una infidelidad y tampoco queremos abrir la relación, desde la web, ofrecen tres vías para evitar ser infiel.

1. Menos señales conductuales

Cuando interactúas con otras personas es normal que se active un contacto visual. Este contacto puede no significar nada si la persona no te atrae. Pero si alguien te atrae esta señal puede definirlo todo. Lo que se recomienda es que no se comunique, ni siquiera verbalmente, la atracción, la seducción o el coqueteo. Es posible que exista el deseo de tener una aventura sexual o romántica pero, si no quieres romper tu acuerdo de exclusividad, puedes hacer que este deseo se quede dentro de tu fantasía.

2. La autorregulación

Este punto es el que nos ayuda a mostrar poco interés. Se trata de un pensamiento que nos damos a nosotrxs mismxs para intentar no pensar en esa persona de forma sexual o romántica. Para ello, debemos reconocer nuestros propios puntos débiles. Por ejemplo, si sabes que por lo general coqueteas cuando bebes, quizás no sea buena idea beber algo mientras estás cerca de esa persona que puede atraerte. Lo mismo sucede con ex parejas, a veces estar en contacto con esta persona del pasado hace que nuestra autoestima aumente, pero si se sigue el juego sin límite es posible caer en la tentación de repetir eso que, en el pasado, nos gustaba tanto.

3. Evaluar de forma negativa

Cuando aparece una persona nueva en nuestra vida, es posible que todo en ella nos parezca maravilloso. Esto es normal y sucede porque ya nos hemos acostumbrado a nuestra pareja oficial. La novedad tiene ese punto tan atractivo. Lo ideal es que, en lugar de pensar continuamente en todo lo bueno que tiene esa persona la diversión, la inteligencia, el coqueteo…, nos enfoquemos en los puntos negativos que, por cierto, siempre existen porque nadie es perfectx. Seguramente puedas descubrir algo que no te gusta, cuando lo descubras puedes pensar en ello para no creer que la novedad es ideal. El objetivo es alejar tus pensamientos de esta nueva persona y enfocarlos en tu pareja recordando, por ejemplo, todo lo positivo que tienes y las fortalezas de vuestra relación.