Me he enamorado de mi mejor amigo, ¿qué hago?

Pasar de la amistad al amor es más usual de lo que puede parecer y, además, surge sin que te lo plantees

Sois amigxs desde hace más de un año y lo habéis hecho todo juntxs. Comer Oreo mirando series malas de Netflix hasta morir de aburrimiento, pasar días en la playa echando unas risas a costa de la maldad de las gaviotas o pasear por vuestra ciudad en busca de las mascarillas más feas. Y de repente, el día menos pensado, le ves diferente. Le rodea un aura, una luz especial o una cosa extraña que no sabes describir que hace que quieras pasar todo el rato con tu amigx. No es un sentimiento cualquiera, las mariposas empiezan a escalar por su estómago y la alegría te invade por dentro. Lo tuyo es amor y, lo mejor de todo, es que es correspondido. Os habéis enamorado. Y ahora, que os habéis enamorado, ¿qué podéis hacer?

Si alguna vez has vivido una situación de este tipo, te interesará saber que un estudio realizado de Canadá y Estados Unidos ha revelado lo frecuente que es pasar de ser amigxs a sentir amor. De los casi 1.900 participantes de la investigación, el 66% reconoció que sus relaciones de pareja empezaron como amistades, y algunas de ellas fueron de varios meses o incluso años. Vaya, que quizás ese amigx al que ahora miras con ternura cada vez que se mancha toda la boca de polvo naranja de ganchitos, podría acabar convirtiéndose en el crush de tu vida.

Si sospechas que ese es tu caso, fíjate si tú y tu amigx estáis teniendo la clase de comportamientos románticos que Danu Stinson, autor principal del estudio y profesor de psicología en la Universidad de Victoria, compartió en un comunicado del que se ha hecho eco la CNN. "Se acurrucan junto al fuego, se van de viaje juntos, se presentan a sus amigos y a su familia, pero tienen muy claro que se trata de amistades", indicó Stinson y añadió: "Me hace pensar en cómo las amistades y los romances difieren, y me gusta lo desordenado que es todo".

Por otro lado, el mismo estudio reveló que, en realidad, la mayoría de los participantes no pretendía que sus amistades acabaran en enamoramiento: simplemente ocurrió espontáneamente. Aunque eso sí, la mitad señaló que la mejor forma de empezar una relación romántica es a partir de la amistad. Seguramente, porque unx se enamora cuando ya conoce bien al otro, cuando se entienden bien esas virtudes o cosas más detestables, como cuando a unx le da por destrozar a lo loco bonitas canciones inventándose el ritmo y cambiando por completo la letra.

Pero, un momento. ¿Y si el amor se apaga un día? ¿Y si con el tiempo veis que estabais mejor como amigxs? ¿Podréis volver a lo de antes? No son preguntas nada fáciles de responder. Pero nos puede dar algo de luz saber que, según la revista sobre psicología La Mente es Maravillosa, puede que para volver a la amistad, la clave sea no desgastar la relación romántica, no llegar a un extremo de dolor que haga florecer el odio. Aunque si eso no ha sido posible, si ya es tarde y estáis llenos de heridas que están por cicatrizar, vuestro mejor aliado puede ser un compañero muy sabio al que conocéis desde siempre: el tiempo.

Como subraya la misma publicación, el tiempo es clave para sanar el dolor, arrancaros el resentimiento y recuperar cierta objetividad capaz de haceros ver lo bueno y lo no tan bueno del otro. Pues eso, veros tal y como sois, sin idealizaciones ni rencores, y a partir de ahí, valorar si queréis volver a compartir tiempo juntxs como amigxs. No funcionará en todos los casos porque cada relación es un mundo, pero nunca está de más no dejar de intentarlo si esa persona merece la pena. Y oye, si con el amor os ha funcionado y no hay intención de volver atrás, bienvenido sea el amor y que dure muchos años más. ¡Viva el amor! ¡Y viva la amistad!