¿Por qué es tan difícil olvidar un amor imposible?

Una de las causas es que olvidar un amor imposible puede implicar “dejar atrás un sueño”, y eso es algo que, a veces, nos cuesta mucho aceptar

Casi todxs hemos tenido amores imposibles y sabemos que en general la cosa no es ningún drama. Pero, a veces, el proceso de olvido puede ser muy difícil. Puedes haber pasado casi un año sin ver a esa persona y que sigas pensando en ella, que sigas confundiéndola entre caras sin nombre y con mascarilla o que sigas esperando encontrártela en conciertos, bares, fiestas o calles. Pero nunca aparece. Y es en uno de estos momentos de bajón, cuando indagas en lo más profundo de tus sentimientos y te viene a la cabeza la gran pregunta: ¿por qué puede ser tan difícil olvidar a los amores imposibles?

Algunos amores imposibles son aquellos en los que la cosa no va más allá de una noche de fuego o que han sido siempre inalcanzables porque tienen pareja, no se sienten atraídos por nosotrxs o buscan otras cosas en la vida. Eso hace que nunca se haya dado una relación con sus subidones de amor y conflictos o desenlaces tristes. Según el blog de psicología de El Prado Psicólogos, es justamente este punto lo que lo que puede convertir el olvido en una cuesta de pedregales: “en los amores imposibles la decepción no llega, nos quedamos permanentemente ilusionados. Entonces olvidar equivale dejar atrás un sueño”. Y eso es algo que, en algunos casos, nos cuesta bastante aceptar.

Luego también están esos amores que se convierten en imposibles después de haber sido nuestra pareja y vivir juntxs una relación bien intensita. Por alguna razón u otra, la cosa no funcionó, pero es muy fácil seguir recordándoles aunque una vida juntxs sea imposible. Estudios científicos de los que se hace eco la revista sobre psicología La Mente es Maravillosa sostienen que eso se debe a que los vínculos de amor intensos crean en nuestro cerebro una especie de “raíces” o “anclas” que hacen que perduren esos recuerdos bonitos. Estas investigaciones también hablan de un circuito neurológico que registra con más fuerza los recuerdos con mayor carga emocional.

Casi todxs podemos sentirnos identificadxs con estas líneas porque vivir un desamor es algo bastante recurrente, pero no parar de perseguir amores imposibles es más jodido de lo que parece a simple vista. Primero de todo, como señalan desde El Prado Psicólogos, porque es típico de personas que han crecido entre emociones fatales como la angustia o el rechazo. Algo que les puede hacer tener tendencia a meterse en situaciones que les susciten esa emoción, a no darse la oportunidad de ser feliz buscando el trato recibido en su infancia. Y segundo, por la principal consecuencia que conlleva sufrir demasiadas veces por amores imposibles.

Según apuntan desde el mismo blog de psicología, esta es “maniatar nuestra vida emocional”. Eso no solo quiere decir que nos hacemos daño, también que nos privamos de conocer a otras personas que realmente podrían darnos lo que queremos, y al final, eso no es otra cosa que perder el tiempo, invertir esfuerzos en el lugar equivocado y perdernos experiencias positivas. Así que, ya sabes, centra tus energías en quien vaya en tu misma dirección y recuerda que, por mucho que duela, a veces hay que dejar marchar algunos recuerdos.