4 tipos de personas que puedes encontrarte en una relación

Conoces al que crees que va a ser tu gran amor. Esa persona que tantas veces se nombra en las películas o en los libros y que piensas que la historia también se repetirá en tu vida. Es más, quizás seas capaz de reconocer esa sensación si recuerdas la primera vez que te enamoraste. En muy pocas ocasiones el primer amor es el que dura para siempre. Cuando una primera experiencia amorosa termina parece que nunca conocerás a nadie igual y que ese amor será irrepetible. La cuestión es que los amores cambian y evolucionan porque las personas también lo hacen. El recorrido por una relación es diferente siempre que las personas lo sean. Es posible que existan cuatro categorías grandes de personas con las que puedes tener una relación sentimental.

Es posible que caiga en el error de estar dentro de una relación por costumbre más que por plena felicidad. Se trata de personas tranquilas, que se enfadan con poca frecuencia, que buscan la paz y que, por encima de la llamada felicidad, necesitan calma. Si alguna vez acaban con una relación no es porque hayan llegado a un punto infeliz y terrible sino porque simplemente parece que el amor se diluye. Son personas que creen que siempre se pueden resolver los conflictos aunque sea tarde. Esto también las hace ser personas con poca decisión.

Muy contrario al anterior. Se trata de personas que viven de impulsos, de emociones, que si sienten algo van a por ello. No tienen miedo, les gusta experimentar novedades, sentir placer y vivir siempre sin la sensación de que se han perdido algo. Por lo general lo dan todo pero así como se entregan, si las cosas no van bien, desaparecen por completo. Si sufren un daño será bastante complicado que perdonen. Son así: todo o nada. Con estas personas está el riesgo de que un día sea maravilloso y al otro tormentoso. Por supuesto que esto puede variar, pero sí que son de vivir en los extremos.

Digamos que puede ser runa personalidad intermedia pero añadiéndole un poco de sufrimiento: quiere que siempre esté todo bien aunque no lo esté, busca esquivar los conflictos, se preocupa en exceso por la otra persona y esto puede llevar a la dependencia. Es un tipo de personalidad que se entrega y que cuando le rompen el corazón se deshace pero vuelve a estar bien cuando conoce a alguien nuevo. La parte positiva es que es una pareja leal, una persona que de verdad estará ahí aunque pase algo malo. Es un apoyo pero el riesgo es que acabe en una relación tóxica.

Se trata de personas amables y atentas. Es la personalidad de la lista que su “función”, digamos, es construir. Todo va avanzando hacia el futuro. Puede que en una etapa más joven no sea del todo así pero llega un momento en que todo debe ir estructurándose en sus vidas. Esto hace que los impulsos pasionales sean menores o que haya acciones o decisiones que llevan bastante tiempo de reflexión. Puede que para esta personalidad sea complicado mostrar sus emociones siempre, con lo cual puede haber conflictos en cuanto a comunicación.

Es importante saber que estos cuatro grupos no solo pueden ser excepciones sino que también pueden ser personalidades que varíen dependiendo de la relación y la experiencia. Además también pueden combinarse entre sí o tener algunos detalles más excepcionales que no se nombran en cada descripción. La cuestión es que no habrá dos personas idénticas en su manera de actuar dentro de una pareja.