Cómo hacer más cómodas las posturas sexuales para durar más

Te apetece estarte horas con tu pareja, pero el sexo puede ser un ejercicio muy exigente. O a tu pareja le cuesta correrse y tenéis que estar mucho rato, pero las agujetas no dan más de sí. Estos consejos te ayudarán

Estáis en la cama, teniendo relaciones. Por mucho que te guste alguien, el sexo rollo película porno de ese salvaje y sin descansos no es posible. O vas haciendo pausas, o vas cambiando el ritmo, o haces poses más cómodas que te aseguren aguantar un buen rato. Al final, el sexo cuenta como workout, y ni en el gimnasio te pasas horas en según qué poses que pueden ser complicadas para alguno de los dos. Por eso, si te apetece tener una sesión larga de sexo, tendrás que hacer algunos cambios a esas poses de toda la vida.

Por ejemplo, la postura del perrito. Muy erótica, muy hot, pero también puede ser muy incómoda para la persona que está recibiendo, incluso dolorosa. De hecho, como explica el portal Bustle, un 75% de las personas que han recibido este tipo de penetración en su vagina, han notado dolor. Como explica la doctora Samantha DuFlo, ginecóloga especializada en el suelo pélvico, “en la postura del perrito, tu pareja no siempre es capaz de leer las señales no verbales sobre la intensidad con la que debería estar entrando en ti y, como resultado, puede estar golpeando accidentalmente tu cuello uterino, lo cual no es una broma: duele”.

Para remediarlo y poder pasar un buen rato en la postura del perrito y disfrutarla también, no solo hacerla porque a tu pareja sexual le da morbo, tienes que arquear tu espalda hacia abajo o elevar tu pelvis, así, se rebaja el impacto de la penetración. Otra forma es tumbarte sobre tus antebrazos mientras arqueas la espalda. Es decir, tumbar tu parte superior mientras la inferior está, con la espalda y el culo hacia arriba, provocando que el pene no entre directamente contra los músculos más sensibles. Y, además, así puedes relajar todo tu cuerpo, con lo cual también se relejarán más los músculos vaginales o anales y el pene penetrará con menos fricción.

O el misionero: también puede convertirse en algo más cómodo e íntimo. Como recomienda el portal Healthline, en cambio de poner las piernas elevadas sobre el pecho de tu pareja, o que la persona que recibe se enrosque en su cintura del que penetra, hazlo al revés. Que sea el que penetra el que envuelva con sus piernas a la otra persona. Es igual de cómoda para ambos y, encima, te permite sentirlo más incluso yendo más lento, por lo que puedes llevar un ritmo que te permita durar más.

Otro truco para durar más: usar almohadas. Por ejemplo, en la postura boca abajo, en la que una persona se tumba sobre la cama y el otro la penetra, pon un cojín. Pon la pelvis sobre el cojín, de forma que esté más elevado, y haz la penetración. En sexo anal, permite más movilidad al que está recibiendo, así que evita fricción. En sexo vaginal, permite más contacto con el clítoris, por lo tanto, dando un placer más prolongado.

Una postura un poco sosa, pero que garantiza la penetración más romántica y prolongada: el side cuddle, es decir, uno se tumba, se pone en posición semifetal, y la otra persona la penetra por detrás. Es una especie de cucharilla… pero con sexo. E igual de romántica. Podéis tener sexo y abrazaros, súper cute. Además, es muy útil para una penetración relajada para los intervalos y te permite ir, poco a poco, descubriendo los orificios y los puntos eróticos de tu pareja. Una especie de betatesting de la penetración. No es lo más estimulante, pero en una larga sesión es imprescindible.