Si ser sociable es tener facilidad para relacionarse con la gente y ser sexual que te vaya bastante el sexo, no es difícil concluir lo que puede significar ser sociosexual. Sí, es la capacidad de tener relaciones sexuales sin compromiso. No todo el mundo la tiene, hay quien por timidez, miedo o simplemente porque no le gusta, prefiere tener relaciones sexuales solo con personas con las que ya tiene un compromiso e identidad.
Un artículo de Cosmopolitan recuerda con base en estudios universitarios de la Universidad de Durham y la Universidad de Nueva York que los hombres con relaciones sexuales esporádicas mostraban más satisfacción que las mujeres, que se frustraban más y solían tener mayor facilidad para llegar al orgasmo cuando están en pareja. No nos hacen falta estudios para saber que el egoísmo de muchos hombres en la cama ayuda a esa insatisfacción, pero eso es otro asunto.
La sociosexualidad, también la femenina, va en aumento y la revista Psychology Today nos explica cinco claves sobre este área tan estudiada por psicólogos y sexólogos. Para empezar, nos cuenta el psicólogo Andrew G. Thomas, la sociosexualidad tiene tres partes. Una es el comportamiento: Cuántas veces tienes relaciones sexuales sin compromiso. Otra la actitud: ¿Crees que eso está bien? Y una tercera, si piensas en ello y lo quieres, o sea, el deseo. Si las tres partes se alinean, está todo bien, pero muchas veces no es así: Puedes tener relaciones esporádicas y sentir culpa porque no está bien o estar cachondx y no conseguir tener relaciones porque no se te da nada bien.
Mientras que muchas diferencias psicológicas entre hombres y mujeres son bastante pequeñas, la sociosexualidad es una de las más acentuadas y replicadas en psicología, cuenta este psicólogo, que se basa en estudios para afirmar que aparece en todas las formas de sociedad, sean más o menos igualitarias.
Como sucede con otros rasgos de la psicología, la sociosexualidad se puede detectar en algunos rasgos físicos o el lenguaje corporal. Curiosamente, los hombres suelen ver más atractivas a las mujeres con tendencia a la sociosexualidad y las mujeres, al contrario. La sociosexualidad, en cuarto lugar, es al mismo tiempo fija y flexible. O sea, cada persona tiene un cierto rasgo entre más o menos tendente a las relaciones esporádicas. Pero a lo largo de su vida, las diferentes situaciones, traumas o cambios de valores pueden hacer que también lo haga la sociosexualidad.
Por último, se trata de un aspecto de la personalidad que afecta a otros. Por ejemplo, el voyeurismo es una parafilia más asociada a los hombres que a las mujeres debido a su mayor sociosexualidad. Eso sugiere que algunos trastornos mentales de naturaleza sexual acaban yendo más asociados a los hombres. ¿Y tú, eres sociosexual?