Tienes pareja. Tampoco lleváis demasiado aunque ya os habéis dicho que os queréis y todas esas ‘barreras’ emocionales que tenemos que ir superando para demostrar que tenéis una relación de verdad. Se ha agotado la parte cursi, rosita y preciosa del amor, estáis en la rutina, en la repetición de planes y en la creación de una vida en común. Según la sabiduría popular es el primer momento crítico de la relación, en el que se suelen dar las primeras crisis y corres el riesgo de acabar solterx.
Y claro, volver a la soltería no apetece. En cuanto lo piensas, te vuelven a la cabeza todos esos días tediosos haciendo scroll, swipe, match y todos esos anglicismos que se traducen en pereza romántica. Por suerte, al igual que Tinder, Grindr u otras existen para, precisamente, ayudar a lxs solterxs a facilitar su cambio de estado soltero a emparejado, existen apps para asegurarte que, una vez logrado el objetivo, te mantienes en ese estado.
Lasting es la más famosa. Se hizo viral en Twitter a través de un pantallazo, que muchxs usuarixs calificaron de Black Mirror. Esta app programa alertas para que no te olvides de recordar tu amor a tu pareja por ejemplo, decir “Te quiero” a las 9, 12 y 18, confiando a la tecnología y la inteligencia artificial la supervivencia de tu relación. Aunque tantísimxs han puesto el grito en el cielo, hacemos lo mismo para eliminar la temida soltería, optando por la magia del algoritmo de Tinder para que nos encuentre a alguien que normalmente no conoceríamos.
Pero Lasting no es la única de su especie. El portal Vox hace una recopilación de las más famosas: Raft sirve para sincronizar agendas, Kindu para el sexo, Honeydue para tratar temas de financias conyugales, Icebreak para empezar una conversación, You&Me como servicio de mensajería, Fix a Fight para ayudar a resolver peleas y Happy Couple que enseña juegos de estos típicos de colonias para conoceros mutuamente.
Como señalan algunxs, estas apps son muy útiles para las personas con asperger, ansiedad social y mucha timidez. Les dan un necesario apoyo que facilita sus contactos sociales. Pero más allá de estos casos puntuales estas aplicaciones destilan desidia hacia trabajarse una relación y querer facilitar las relaciones humanas hasta puntos insospechados. ¿Realmente necesitamos tener instalados en nuestros móviles más de diez programas para asegurar que nuestra relación va bien? De hecho, ¿necesitamos estar bien siempre? Y otra pregunta, ¿si siempre estamos mal deberíamos estar igualmente en relación? ¿Tanto miedo tenemos a estar con la única compañía de nosotrxs mismxs?
Todas estas aplicaciones, por supuesto, pueden ser útiles en momentos concretos. Tinder siempre ha servido para conocer gente fuera de tu área de intereses y conocidxs. Una app como Lasting podría servirte en épocas de mucho estrés para no descuidar tu relación. O incluso otras como Fix a Fight podrían ayudarte a gestionar no solo peleas con tu pareja sino también con compañerxs de piso.
El problema, como en todo, está en si abusamos de ello. Dejar que sean nuestros aparatos los que gestionan nuestras relaciones es tremendamente contraproducente, ponemos un parche a los problemas, los resolvemos de forma prefabricada, estamos poniendo las relaciones como si hubiera una respuesta emocional producida en cadena. Si el futuro de las relaciones es cuidarlas con apps, probablemente tendremos que dejar de hablar de 'amor digital' y hablar de 'fordismo amoroso'. Y el amor puede ser de todo menos algo mecánico.