3 conversaciones claves que tener antes de mudarte con tu pareja

Dar las cosas por sentado no suele dar buenos resultados en el largo plazo

Vuestra relación es sólida. Lleváis juntos el tiempo suficiente como para conoceros en profundidad, gustaros a pesar de los pequeños defectos y saber comunicaros con asertividad y respeto. Os lo estáis pensando. Hay dentro de cada uno de vosotros una ilusión que crece cada día un poquito más: la de irse a vivir juntos. Algo que puede haceros crecer muchísimo, sí, pero que también puede comprometer vuestra relación. Después de todo, como indica la psicóloga experta en relaciones Theresa Didonato en relación, representa "nuevas rutinas y nuevos desafíos por recorrer". Entonces, ¿cómo preparar el terreno para tener éxito?

Gestionar las expectativas

Según esta misma experta, basándose en una investigación reciente de la científica estadounidense Kristina S. Brown y su equipo, teniendo varias conversaciones claves antes de realizar la mudanza, la primera de las cuales tiene que ver con la propia relación. "Los miembros de la pareja pueden beneficiarse de discutir las expectativas de vivir juntos: ¿Es un estado permanente o temporal? ¿Dónde vivirán? ¿Cuáles son las expectativas respecto a las noches de citas, las relaciones sexuales, las vacaciones y el tiempo juntos?". Son cosas que se dan por hecho, pero hay que hablarlas. De lo contrario podrías caer en la decepción y la frustración.

La segunda gran conversación debe girar en torno al propio hogar. Porque ahora ya no seréis solo una pareja sino también compañeros de piso y, a menos que sentéis las bases de una convivencia, con sus reglas, puede convertirse poquito a poco en un infierno que dinamite la salud de la relación. "¿Cómo dividirán las tareas? ¿Cuándo y qué vais a comer y quién cocina? ¿Quién limpia qué y cuándo? ¿Cómo aborda cada uno el ahorro y el gasto? ¿Combinarán las finanzas y compartirán los gastos? ¿Están en la misma página respecto a las mascotas?". Son cuestiones fundamentales. Es importante dejarlo todo aclarado antes de empezar.

El día a día y la comunicación

Por último, está la conversación acerca de la propia comunicación. Sí, hasta ahora os ha ido muy bien a la hora de comunicaros y expresaros, pero la convivencia es un reto especial. A fin de cuentas, el contacto es mucho más habitual y, pese a haber hablado previamente de las expectativas acerca de los temas claves, suelen surgir desacuerdos. Por cuestiones nimias y por cuestiones más trascendentes. Es así. En este sentido, Didonato os anima a cuestionaros sobre "¿cómo se comunicarán a lo largo del día?". Debéis encontrar momentos para dialogar tranquilamente y depurar esas desavenencias. Es mejor no convertirlas en bolas de nieve.

Este trabajo de preparación es crucial, pero no termina ahí. "Brown recomienda realizar chequeos regulares después de comenzar a convivir" ya que "las metas y las necesidades de las personas cambian". Especialmente si habéis decidido que la convivencia sea permanente. En esos casos, activar el piloto automático y funcionar con una receta inicial para siempre no dará buenos resultados. Es necesario que tengáis una actitud proactiva para entenderos. De hecho, el simple hecho de hacerlo ya muestra interés en la relación y fortalece. Según la psicóloga, "las personas que debaten activamente tienden a reportar más satisfacción relacional".