No es que me haya vuelto asocial, es que me gusta ir a mi bola

Si eres de esos que piensa que estar con los demás no está nada mal, pero sin excesos ni compromisos porque prefieres ser libre como el viento y hacer lo que te apetezca; si en ocasiones te agobia la gente y sus problemas, no estás solx.

Ir a tu aire, pasar más tiempo a solas que acompañado, perderte en tu mundo y en tus reflexiones, hacer lo que te gusta sin presiones ni exigencias… No eres tímido ni insociable, aunque a veces te han clasificado como tal, simplemente aprecias los ratos en soledad porque el contacto contigo mismx te es indispensable. Tampoco rechazas el contacto con los demás, de hecho pasas buenos ratos con algunos amigos, pero sí quizás un poco selectivo: no te gusta eso de estar con alguien todo el tiempo. Por eso, prefieres “ir de tranquis” o al menos los ambientes en los que se respira la calma y la tranquilidad y si la cosa se pone demasiado ruidosa o movidita, irte si más, sin agobios ni explicaciones. 

Algunos te tachan de pasota, otros de aburridx o incluso de rarx, lo cierto es que tú no te ves así, sino más bien como una persona que va a su rollo y que se recarga estando a solas porque estar con gente demasiado tiempo te agota.

¿Eres tan rarx como dicen?

La respuesta tiene trampa. Si tenemos en cuenta el mundo en el que vivimos y lo que premia la sociedad, podríamos decir que sí, ya que los que gozan de un mayor reconocimiento y aceptación son los extrovertidos. Esos que necesitan el contacto con el mundo exterior, que no dudan en asistir a cualquier evento y que rebosan energía cuando están con más gente porque se divierten y lo disfrutan. De hecho, según la escritora y conferenciante estadounidense, Susan Cain, la cultura occidental está dominada por el ideal extrovertido. De ahí que las personalidades de este tipo sea las más admiradas. Ahora bien, si nos situamos desde una perspectiva más psicológica, no, no eres tan raro como dicen. Simplemente eres introvertidx.

Está bien, no es lo que venden las series ni las películas ni los reality shows como lo “más deseable”, pero es una opción más, mucho más real, que todas esas ficciones que nos muestran día a día. Además, no existe ninguna persona que sea totalmente extrovertida o intravertida, ya que existen una gran infinidad de matices, aunque en algunas predominan más unos que otros. Veamos entonces qué peculiaridades son las que definen la introversión y qué hay detrás de ellas.

El mundo interior de los introvertidos

El primero en hablar sobre introversión fue el psiquiatra suizo Carl Jung en su libro Tipos psicológicos publicado en 1921. En él, hablaba de dos formas de actuar: una enfocada hacia fuera, hacia los demás y la sociedad que denominó como extraversión y otra enfocada hacia el interior o intraversión. Aunque no fue hasta 1940 cuando esta clasificación comenzó a utilizarse de forma más común. Y a partir de ahí el interés por estos tipos de personalidades ha ido en aumento. 

Los introvertidos son definidos como personas que canalizan su energía hacia el interior, introspectivas y con un rico mundo interior. Disfrutan del contacto consigo mismas, suelen enfrascarse en actividades que les apasionan y cuentan con poco vínculos sociales, aunque eso sí, de una gran profundidad emocional. Características que, como hemos dicho anteriormente, no coinciden con el imperante social que abunda en los medios de comunicación y las redes sociales, razón por las que son vistos en ocasiones como “raritos”. 

Otra curiosidad es que su cerebro funciona de manera diferente. En primer lugar, tienen menos necesidad de buscar experiencias estimulantes y son mucho más sensibles a la dopamina y la acetilcolina; es decir, con pequeñas cantidades de estos neurotransmisores son capaces de sentirse bien y estar motivados. Eso sí, si a su alrededor se produce un exceso de estimulación externa, es más fácil que experimenten estrés y ansiedad. De ahí que prefieran estar en espacios donde habiten la calma y la tranquilidad, eviten las fiestas, el jaleo y el contacto social en exceso y prefieran actividades más relajadas como leer un libro o simplemente descansar. De hecho, esto también está relacionado con su mayor tendencia a activar el sistema nervioso parasimpático, el cual favorece los estados de relajación.

Así, el cerebro de los introvertidos es más pausado y reflexivo, lo que conlleva a que sean más cautos a la hora de procesar lo que ocurre a su alrededor, aunque esto también puede jugarles malas pasadas porque les es más difícil tomar decisiones rápidas y caer como consecuencia en laberintos de pensamiento excesivo. Por todo esto, muchas veces parece que están en su mundo, muestran predilección por los detalles y son menos impulsivos.

Tipos de introvertidxs

A pesar de que a nivel general las personas introvertidas sean vistas como retraídas, más solitarias, ensimismadas y que van a su aire, los psicólogos de la personalidad Paul Costa, Robert McCare, Jonathan Cheek y Jennifer Grimes distinguen varios tipos de introvertidos. Son los siguientes:

  • Introvertido reservado. Se trata de aquellos que son más cautos y prudentes y prefieren pensar antes de actuar o hablar. No es que sean inseguros, sino que optan por analizar muy bien todo antes de tomar una decisión, ya que les gusta planificar y tener la situación bajo control. 
  • Introvertido de pensamiento o introspectivos. No suelen tener problemas en socializar, pero realmente lo que les caracteriza son sus niveles de abstracción, o sea su gran mundo interior. Se trata de los clásicos soñadores, esos que se quedan ensimismados porque están navegando por su imaginación. 
  • Introvertido social. Suelen ser los que más corresponden con el prototipo que se tiene de introversión. Se trata de aquellas personas que valoran mucho su espacio vital y sus relaciones más cercanas, de ahí que prefieran quedarse en casa leyendo en lugar de ir de compras o quedar con sus amigos de toda la vida antes que ir a una fiesta o un parque de atracciones. Además, suelen cuidar mucho sus tiempos, relacionarse con grupos pequeños y necesitar ciertos momentos y espacios de soledad.
  • Introvertido ansioso. Son personas que tienen una gran falta de confianza en sí mismos y sus habilidades. Además, no se sienten nada cómodos en ambientes sociales, algo que a su vez les genera malestar. De hecho, en ocasiones hay una línea muy fina entre este tipo de personalidades y la ansiedad social.
Sea como sea, las personas introvertidas son conscientes de que no hay nada malo en ser diferentes o al menos en no seguir los estándares que marca la sociedad, aunque a veces tengan que cargar con ciertas etiquetas o la incomprensión de muchos. No obstante, ellos disfrutan y necesitan ese contacto consigo mismos, esos ratos de soledad y esos ambientes de calma y relax libres de sobreestimulación. 

Las ventajas de ser introvertido

Ahora que ya hemos visto algunas de las peculiaridades que te caracterizan y que sabes más sobre ti y sobre tu tendencia de “ir a tu aire”, es conveniente que sepas que existen algunas ventajas de ser así, aunque muchos no las entiendan. Por ejemplo, la introversión hace que tengas una gran capacidad de escucha. Sí, es cierto, no puedes estar mucho tiempo con mucha gente, pero sí disfrutas de la compañía de algunas personas con las llegas a empatizar y si la situación lo requiere, comprender de forma profunda, ya que el contacto con tu mundo interior, te permite manejar contenidos emocionales con sabiduría y pericia. 

No solo eso, sino que gracias a tu capacidad analítica y reflexiva, eres capaz de ver más de una perspectiva, lo que de nuevo favorece la comprensión de los demás. Razón por la que te ven como buen consejero o esa persona a la que recurrir cuando se encuentran perdidos y no saben qué hacer. Además, otro punto a tu favor es que al invertir en tu mundo interior, no tienes miedo a la soledad, todo lo contrario. Lo que hace que no te aburras cuando estás a solas o que no busques cualquier cosa para hacer porque no aguantas estar sin compañía. La soledad te sirve para recargar energía y para seguir conociéndote a ti mismx.

Y por supuesto, no podemos dejar de lado tu sensibilidad, esa que te permite estar en contacto con tus sentimientos y tu creatividad, fruto de la reflexión y la introspección. 

Aprovecha tu personalidad sin forzarla

Como ves, no hay nada de malo en eso de que te guste ir a tu aire, simplemente eres introvertido. De hecho, a veces lo eres más y otras veces menos, pues como dijimos se trata de grados y de matices y el contexto en el que te encuentras también hace mucho. Lo importante es que no reniegues de qué es lo que te hace sentir bien, con qué disfrutas y qué necesitas, porque a pesar de que exista una gran demanda por eso de relacionarse y volcarse hacia el exterior, el contacto con uno mismo es necesario y tú de eso sabes un rato.

En definitiva, no hay personalidades mejores ni peores, sino personas con diferentes rasgos y características que les sacan o no partido. Porque lo importante en las relaciones no es cuánto se es de esto o de lo otro, sino si se es uno mismo y la calidad de los vínculos.  

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