La soledad es una moneda de dos caras. A muchos les aterra morir solxs y lo cierto es que estar solx cuando tienes problemas puede ser una maldición. O no tener con quien compartir tus éxitos. Pero estar solx es también un momento único de libertad, nadie te ve, no dependes de nadie, ni nadie depende de ti, si estás bien te puedes sentir invencible. Hay quien prefiere compartir piso o vivir en pareja, pero la psicología también demuestra la fortaleza que puede haber en vivir solx.
“Satisfechas, resilientes, realizadas”, son algunas de las palabras con las que define la psicóloga Bella de Paulo en un artículo en Psychology Today lo que ha encontrado en sus numerosas entrevistas a personas que viven solas. Aunque sus estudios se han centrado más bien en aquellas personas solteras de corazón que escogen la soltería y que lo llevan un poco mejor, algunas de sus fortalezas también acaban sumándose a las solteras que no lo han escogido. En una sociedad que tiende cada vez más a domicilios donde vive una sola persona, sobre todo en la vejez, la autora entrevistó a mujeres de entre 50 y 65 años. Y descubrió sobre todo tres cosas.
La primera, que muchas de las actividades preferidas de estas personas eran en solitario. Leer, salir a correr o a pasear, darte un masaje, pensar, meditar, la jardinería, la fotografía…Son todas ellas actividades que se pueden hacer de manera solitaria o que se hacen con más independencia cuando no hay compañía. La pandemia, que ha reducido la actividad social considerablemente, ha potenciado estas actividades, así como la cocina, el bricolaje…
La segunda fortaleza tiene que ver con la conexión con otras personas: las personas que viven solas valoran realmente las relaciones sociales como algo preciado y eligen con más tino sus compañías, a las que no necesitan acudir constantemente como sucede muchas veces con quien está acostumbradx a compartir vivienda. Saben, mejor que nadie, el significado de la frase “más vale solx que mal acompañadx”.
La tercera y última es que esa soledad no les asusta, sino que las fortalece, refuerza su intimidad. ¿Nunca has sentido al volver a casa, después de pasar un rato con tus amigxs, el placer de estar contigo mismx y descansar de la vida social? Pues eso, que para muchxs puede parecer algo temible, para otrxs es un placer indescriptible.
Otros artículos se centran más en las cosas prácticas de vivir solx como, por ejemplo, uno en la revista Moi que apunta que tiene al menos seis ventajas: te llevas mejor con tus amigxs y familia, conoces mejor tus capacidades y limitaciones, aprendes a caerte bien, manejas mejor los gastos, te acostumbras a asumir todo tipo de retos y a que no te den miedo, y tomas mejores decisiones. Eso sí, el alquiler te saldrá más caro.