La técnica para dejar de comerte la cabeza con tus problemas en 30 minutos

Un estudio ha demostrado que programar un horario de preocupaciones disminuye la ansiedad y proporciona alivio mental

Preocuparse es un mecanismo natural que nuestra sociedad, tan incapaz de vivir en el momento presente, ha pervertido hasta transformar en un mal que nos consume. Nos preocupamos todo el tiempo y de manera absolutamente desmedida. Cientos de escenarios futuros catastróficos desfilan por nuestras cabezas día tras día en un intento absurdo y estéril por anticiparnos a algo que no podemos anticipar. Devora nuestra energía. Devora nuestra paz interior. Y devora nuestro tiempo. Por eso la psicoterapeuta Amy Morin propone en Inc un método sorprendentemente sencillo para combatirlo: planificarlo.

“Una de las soluciones más efectivas es programar el tiempo para preocuparse. Eso significa apartar 30 minutos diarios para hacerlo. Márcalo en tu calendario o agrégalo a tu horario. Y cuando te encuentres preocupándote fuera de ese plazo, recuerda que no es el momento y que tendrás tiempo suficiente para pensar en ello durante el tiempo programado. Suena contraintuitivo pero funciona”, explica Morin, experta en fortaleza mental. De esta forma evitarás estar constantemente distraído por ese runrún mental que te impide disfrutar o estar concentrado en aquello que tienes entre manos.

Pero este método no es una simple propuesta teórica de Morin. Según la experta, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania comparó los niveles de ansiedad y la calidad del sueño de dos grupos: quienes tenían un horario limitado para preocuparse y quienes se preocupaban sin fin. Los resultados fueron rotundos: programar la preocupación disminuye enormemente la ansiedad y proporciona alivio mental en dos semanas. Esto se debe en parte, según Morin, a que fijar un límite para preocuparse ayuda también a buscar soluciones de manera más productiva.

No obstante, y aunque suene sencillo, programar la preocupación requiere mucho esfuerzo. Para facilitárnoslo, la psicoterapeuta regala varios consejos muy útiles: no programes el horario de preocupaciones cerca de la hora de dormir, anota las preocupaciones que tengas fuera del horario para abordarlas luego, escribe sobre ellas durante el horario programada para darles claridad y mantente firme en tu voluntad porque irá haciéndose más fácil conforme te habitues. Puede no parecer demasiado importante, ¿pero te imaginas cómo serían 23 horar y media sin preocupaciones?