Por qué te resulta fácil contarle tu vida a un desconocido

Aunque nuestro círculo íntimo suele ser el elegido para contarle nuestras intimidades, de vez en cuando nos nace confesarnos y contarle nuestra vida a un desconocido 

Saliste de trabajar harta de tu jefe tóxico y después de saludar a su perro, te pusiste a hablar con la dueña, le pediste un cigarro y le contaste toda tu vida laboral. En los dos minutos previos al análisis de sangre, le contaste tus problemas familiares a la enfermera. Bueno, tal vez no sean estos exactamente tus casos, pero nos gusta apelarte con la segunda persona del singular, ya lo sabes, y seguramente te puedas identificar porque, alguna vez, has preferido contarle tus secretos a un perfecto desconocido. ¿Por qué? 

Los motivos son muy variados. A veces, le hemos dado la turra a nuestros amigos tantas veces, que necesitamos desahogarnos con alguien nuevo. Y también es verdad que un punto de vista totalmente aleatorio e imprevisible puede aportarte algo que tu círculo cercano, del que ya conoces sus roles o creencias, no te aportará. 

Según contó la psicóloga Aintzane Goikoetxea recientemente a SModa, “al hablarlo con alguien de tu confianza, quizás vuelva a sacarte el tema, se involucre más de lo que necesitas o te presione para dar tal o cual paso para el que tú no estás preparado”. “Un desconocido no va a exigirte eso, porque probablemente no lo vuelvas a ver”, añade la psicóloga. ¿Quién no ha sabido perfectamente que necesita dejar a ese amante tóxico pero no aguanta que sus amigxs se lo digan una y otra vez? 

Muchas veces estos momentos de sinceridad con unx desconcidx se dan también en lugares propicios: lleváis muchas horas sentadxs juntxs en el autobús, os habéis quedado encerradxs en el ascensor, os ha tocado compartir habitación en un hostal…Estos espacios asociados a la intimidad, que normalmente compartes con gente conocida, suman puntos para que te abras. 

Pero hay otros factores que hacen a un desconocido alguien ideal para tus confesiones o secretos, como por ejemplo el hecho de que al no tener un círculo en común no irá por ahí contando lo que te pasa y sientes que tus secretos están a salvo. El alcohol, por qué negarlo, también ayuda, y luego las personas más extrovertidas tienden más a abrirse con desconocidxs

Con todo y con eso, los amigos y el círculo íntimo siguen siendo los preferidos para nuestras confesiones y verdades más profundas, porque nos dan esa confianza y fidelidad imposible de tener en alguien de quien no sabes nada. Son sensaciones diferentes, idóneas para momentos diferentes, pero totalmente complementarias, porque es muy difícil llevar una vida sin un círculo íntimo como también es pobre no abrirte a nuevas personas.