Micromanipulaciones que cualquier persona puede utilizar para controlarte

Son señales sutiles que pueden parecer poco o nada ofensivas pero que, en realidad, están causándote un daño psicológico que no eres capaz de detectar

¿Te ha ocurrido alguna vez que estás reaccionando como no esperabas ante una situación? Parece sencillo detectar cuándo estamos actuando bajo nuestras propias decisiones, pero hay personas que son tan sumamente capaces de manipularte de forma sutil que puede que no te des cuenta de que actúas según sus “instrucciones”. Hemos hablado muchas veces sobre las formas de manipulación que tienen algunas personas pero hay otra vía que es mucho más complicada de detectar, son las llamadas micromanipulaciones y, desde Psychology Today, nos dan algunas herramientas para poder señalarlas.

La manipulación es una táctica clave para alcanzar un objetivo final. Hay personas que tienen esta intención de hacerlo y hay otras que manipulan, digamos, de forma inconsciente. En ocasiones la manipulación puede detectarse y, por tanto, evitarla o ignorarla, sobre todo en personas con las que no tenemos confianza o que son más lejanas. Ahora bien, si se trata de un ser querido, por ejemplo una pareja, es más complicado señalar abiertamente que está manipulándonos pero lamentablemente esto también ocurre y se hace de forma más encubierta. Quizás es cierto que con los vínculos sentimentales somos más vulnerables.

Lo peor de esta manera de actuar es que se genera daño psicológico a la otra persona y esto es una forma de maltrato más invisibilizada. Sea cual sea la manera lo que se busca es controlar y se puede hacer de forma directa o indirecta:

Relato exagerado

Esta micromanipulación pasa cuando alguien nos está explicando algo de lo que parece víctima. Este comportamiento tiene la intención de mantener la atención de la otra persona. Quien actúa de esta forma busca la preocupación y que esto funcione como vehículo para pedir algo que le interesa.

Envidia

Para detectar que estamos ante alguien que nos quiere manipular podemos ver qué clase de comentarios hace. Alguien que tiene la intención de controlarnos dirá, casi siempre, que siente envidia a su alrededor. Quienes son narcisistas tienen la creencia interna de que las personas están celosas de ellxs. “Si el narcisista pierde la atención y las afirmaciones de un solo individuo que antes estaba bien controlado, hará todo lo posible para recuperar ese control mediante la manipulación”, explican los expertos.

Suicidio

Este punto es mucho más delicado pero, por desgracia, también ocurre. En este caso la micromanipulación es más directa y descarada y se utiliza para encender la empatía de la víctima. Es, asimismo, una de las más tóxicas de toda la lista. Estas personas no lo pensarán dos veces antes de amenazar con suicidarse o incluso afirmar que tienen un plan para su suicidio. Es una de las formas más sencillas de controlar a alguien porque realmente cuando queremos a una persona, la idea de que pueda herirse nos preocupa. Quien se vea ante algo así tiene que entender que es una amenaza y que debe poner límites con esa persona por mucho que sea complicado.

Víctima autopercibida

Las micromanipulaciones más descaradas están orientadas hacia la simpatía de la víctima para que ella misma se declare culpable. Es una forma de controlar los pensamientos y los sentimientos de lxs demás. Este punto es más complicado de detectar porque se suele hacer con frases como “era un día importante para mí y no estuviste presente pero no pasa nada”. Al principio la persona que manipula muestra un malestar y luego le quita importancia.

Mensajes

Es más sencillo manipular con micromanipulaciones que se hagan a través de mensajes de WhatsApp. Entre las frases que podemos destacar está que la persona elimine un mensaje de la conversación, que envíe una fotografía que no tiene sentido o que escriba algo que puede sonar extraño y que luego diga “perdona, este mensaje no iba para ti”. Lo que se busca es generar una preocupación por ejemplo, que esa persona está hablando con otra que le interesa para mantener cerca a la víctima y captar su interés para poder controlarla.