El método para cambiar tu personalidad y ser mejor persona

¿Es posible alterar conscientemente nuestra personalidad o moriremos siendo como creemos que somos? El psicólogo Benjamin Hardy opina que sí es posible

Seguro que te suena el clásico “te juro que he cambiado” o “ya no soy el mismx”. Suena a topicazo o a frase de telenovela, pero el caso es que quizá exista un atisbo de verdad en estas afirmaciones. Aunque todxs llegamos a la edad adulta con una personalidad más o menos definida que va asentándose a medida que pasan los años, lo cierto es que nuestra máscara social no es del todo fija sino que es mucho más plástica de lo que pensamos y podría llegar a cambiar radicalmente si nos lo proponemos.

Según apunta el psicólogo estadounidense Benjamin Hardy en su libro Personality isn´t Permanent la personalidad de las personas puede ser resumida en un conjunto de habilidades aprendidas que con el tiempo acaban alterando nuestra actitud y comportamiento. Por tanto, para alterar nuestra personalidad de manera significativa simplemente tendremos que adquirir nuevos hábitos y habilidades que acabarán por condicionar nuestra conducta de manera permanente. De hecho, para Hardy las persona que “no cambian” son precisamente las menos creativas e inquietas.

“La mayoría de la gente tiende a definir demasiado su yo actual … Si dices 'soy tímido', ya te estás etiquetando de cierta forma. Y debido a que la identidad de la mayoría de las personas se ve como fija, su imaginación y voluntad de cambiar queda bastante atrofiada. No es que no podamos cambiar, es que no creemos que podamos hacerlo”, explica el psicólogo en una entrevista con The Guardian. Y este fenómeno de conformismo personal no hace más que empeorar con la edad ya que, según Hardy, la necesidad de establecernos hace que dejemos de intentar cosas nuevas.

Esta necesidad de asentarnos suele alcanzar su máximo en torno a los 30 y provoca que, en cierta medida, nos apalanquemos en la personalidad que hasta ese momento nos ha venido dada en función de nuestra trayectoria vital. Sin embargo, para Hardy modificar conscientemente nuestra personalidad es posible a través de algo tan sencillo como la repetición continua y consciente de nuevos hábitos. Para él, trabajar con, por ejemplo, irnos a dormir más temprano y despertarnos con más energía podría convertirnos en personas más activas, con mejor humor y 100% diurnas. El experto cree que observar nuestros defectos y carencias y desarrollar hábitos que las compensen es la clave del cambio. 

Esto puede parecer una obviedad, pero esa misma lógica de trabajo consciente con nuestros hábitos y emociones puede llevarse a áreas más complejas como, por ejemplo, los celos o las inseguridades. Enfrentando a diario estos sentimientos y nuestra actitud hacia ellos podríamos lograr un cambio interno que acabe por convertirnos en personas más seguras de nosotras mismas, más altruistas, menos competitivas o cualquier otro cambio a mejor que queramos introducir. Eso sí, es importante no confundir el cambio de los hábitos o la rutina con la personalidad. El psicólogo insiste en que es necesario interiorizar estos procesos para que el cambio sea real y, sobre todo, recuerda que no hay que confundir la personalidad con otros rasgos sociales deseables como puedan ser el éxito o la fortuna ya que son abiertamente subjetivos y quizá no estén en tu mano por su propia naturaleza caótica. Como dicen en Estados Unidos “fake it till you make it”, pero, por favor, hazlo con consciencia.