Estar de mal humor también podría ayudarte en tu día a día

Un estudio explica que algunas habilidades mentales pueden potenciarse debido a este estado de ánimo

Es lunes y son las siete de la mañana. Has dormido fatal, te han picado 33 mosquitos en 33 partes diferentes de tu cuerpo. No pasa nada. Aún es posible que la situación mejore. Lo primero es ir a hacerse un café: no hay. Bueno pues un colacao: no hay. Zumo de naranja: no hay naranjas. No puedes desayunar, te pica todo el cuerpo, lo que tenías pensado ponerte esta en el cesto de la ropa sucia y tu compañer@ de piso se dejó tres luces encendidas. Nada puede cambiar esa rabia interna que te hace torcer el gesto y tienes un inmenso mal humor creciendo en tu interior. ¿Lo bueno? Que puede que sea beneficioso para tu día.

Un estudio publicado en Personality and Individual Differences centrado en explicar si el estado de ánimo ayuda u obstaculiza nuestras funciones diarias ha demostrado que existe cierta relación entre el estado de ánimo negativo —el mal humor, por ejemplo—y el hecho de llevar a cabo una actividad concreta. “Los individuos que obtuvieron mejores resultados y estuvieron mayor tiempo concentrados fueron aquellos que experimentaron altos niveles de estado de ánimo negativo. Mientras que los de bajos resultados mostraron el patrón inverso”, puntualizó la investigación.

Así pues, nuestro cerebro podría beneficiarse de un mal humor que los investigadores llaman “saludable”. El estado de ánimo sirve como una fuente de información: en el estudio se presenta que este carácter “señala una amenaza, nos indica un peligro potencial y nos hace más conscientes de nuestro entorno. Por lo tanto, estar de mal humor podría hacernos adoptar una mentalidad más analítica y prestar atención a los detalles”. Los investigadores detallaron, además, que aquellas personas con personalidad fuerte que experimentan mal humor son más propensas a que este estado de ánimo les beneficie frente a las personas con personalidad débil, pues a estas últimas el mal humor más bien las distrae.

El estudio se presenta como un punto de partida para seguir investigando y encontrar una forma de profundizar en el tema hasta encontrar un mecanismo que sirva para probar que se trata de un aspecto general. Si eres de los que se levantan cada día con el pie izquierdo y el mal humor es uno de tus mejores amigos, en vez de quedarte encerrado en el estado de ánimo maldiciendo, aprovecha esos instantes para ponerte a hacer tareas que sean productivas y que te hagan fijar tu atención en una sola cosa. Las personas de tu entorno lo agradecerán.