Un fallo en la evolución podría tener la culpa de que no encuentres pareja

Tu cerebro no está preparado para las condiciones en las que tienen lugar las relaciones actuales

La evolución no tiene lugar en unos cuantos años. Ni siquiera en unos cuantos cientos de años. Por el contrario, es un procedimiento paulatino que ocurre muy lentamente. Y, en el caso de los seres humanos, esta lentitud, unida a la rapidísima evolución cultural y tecnológica, ha provoca un desajuste evolutivo: según los antropólogos, tu cerebro continúa siendo esencialmente idéntico al de tus ancestros, diseñado para armonizar con condiciones ambientales que ya no forman parte de la realidad de las personas. Y esto provoca problemas con la comida, con el descanso y, sorpresa, también con las relaciones. De hecho, podría ser la causa de que sigas solterx.

O al menos eso cuenta el psicólogo Andrew Thomas, de la Universidad de Swansea, en una publicación para Psychology Today. En la misma establece hasta cinco razones por las cuales el desajuste evolutivo se esconde tras la soltería no deseada, siendo el primero de ellos la superpoblación. "Los humanos evolucionaron para funcionar en pequeñas comunidades de alrededor de 150 personas. Eso es suficiente para que todos se conozcan y se propicien relaciones cercanas", dice Thomas. Nuestras supertribus, conformadas por miles de personas, nos dificultan crear vínculos significativos. La prueba de que, a veces, mucho más es mucho menos.

Esta misma superpoblación, la inmensa oferta de potenciales parejas y la superficialidad que trae consigo, es responsable de la segunda razón de Thomas: la temporalidad de las relaciones. En sus propias palabras, "en nuestro pasado ancestral, las relaciones sexuales conducían a relaciones mucho más regulares, e incluso cuando se producían relaciones a corto plazo, las parejas casuales permanecían cerca", pero "las grandes sociedades modernas hacen que sea fácil para la gente hacer ghosting y no nos hemos adaptado para hacer frente a eso todavía". Te has acostumbrado a la trivialidad y a no comprometerte de verdad con las cosas.

Pero nadie puede culparte. Al fin y al cabo, a tu cerebro le cuesta concentrarse en una persona ante semejante escaparate romántico. Es lo que Thomas llama sobrecarga de información. "La elección de pareja a menudo se limitaba a un puñado de opciones en la época del Pleistoceno. Seleccionar de un gran grupo de pretendientes es un concepto relativamente nuevo". Uno que conduce a la incertidumbre a la hora de escoger, a la sensación de que siempre hay algo mejor, al desarrollo de estándares desproporcionados e incluso a no hacer nada en el caso de las personas con problemas para tomar decisiones. La parálisis como forma de vida.

Además, el psicólogo establece otras dos razones más por las que el desajuste evolutivo está boicoteando tu búsqueda del amor. Por un lado, el creciente retraso en la maduración personal. Y, por otro lado, el hecho de que en la actualidad tenemos muchísima más autonomía. Esto es, en apariencia, positivo, ya que no dependes tanto de los miembros de nuestra tribu más cercana para tomar decisiones. Pero, según Thomas, también es negativo porque "renunciar a la experiencia de los más mayores significa averiguar quién es bueno para ti a través del ensayo y error". Y a veces eso requiere décadas y décadas. Así que suerte.