Existe una forma biológica de hacer telepatía

Esta información y este intercambio entraría dentro de lo extrasensorial porque escapa del control de los sentidos que actualmente conocemos

Imagínate que tuvieras telepatía. Imagínate que pudieras pensar algo y que eso le llegara perfectamente a la persona que desearas. De esa manera podrías empezar a decir muchas cosas que antes no te atrevías a decir. Incluso algunos deseos sobre qué te gusta que te hagan en la cama. Desde luego parece que este don sería todo efectividad pero claro, de momento, todo queda en el ámbito de la imaginación, ¿o no? Quizás sí exista una forma de llegar a tener telepatía. Un artículo decir muchas cosas que antes no te atrevías ofrece unas pautas para poder conseguirlo.

La telepatía entraría dentro de la información extrasensorial, es decir, aquella que se percibe fuera de los cinco sentidos. Para comprender su funcionamiento y cómo podría ser realidad este fenómeno, a continuación explicamos algunos de los mecanismos biológicos  que podrían hacerlo posible.

Neuronas espejo

En nuestro cerebro existen unas neuronas que actúan como espejos automáticos. Estas neuronas hacen que podamos captar las intenciones de otras personas o percibir cuáles son sus emociones sin conocerlas. Un estudio realizado por el psicólogo Gregor Domes encontró la evidencia de que las personas tenemos la capacidad de interpretar las señales sutiles gracias a la oxitocina, una hormona que aumenta la confianza y el comportamiento social.

Comunicación a larga distancia

El punto anterior suena bastante lógico pero ¿cómo aplicarlo si existe una gran distancia entre ambas personas? En el libro Desbloquear el poder de la mente desenfocada se describió un experimento en el que demostraron que “una persona pensando en las palabras ‘hola’ y ‘ciao’ en la India podría comunicarlo a una persona situada en España sin decirlo en voz alta, solo a través de, por ejemplo, una videollamada”.

Comunicación invisible

Dentro del estudio se explica otro experimento en el que participaron un mentalista y otro sujeto sin dicha habilidad. En el experimento había que descubrir o al menos acercarse a una imagen que ya estaba preparada. El mentalista consiguió reproducir gran parte de la imagen mientras que la otra persona no pudo. En el cerebro del mentalista se activó la zona parahipocampal derecha del cerebro, una zona que no se activa con facilidad y que si se estimula a travñes de electrodos puede producir alucinaciones visuales.

Animales

Este tipo de ‘telepatía’ no está solo relacionada con personas. La transferencia de pensamientos se relaciona también con los animales. Un ejemplo son las aves y las enormes bandadas que arman. Se ha demostrado que existe una especie de ‘telepatía’ cuando una bandada gira hacia el mismo lugar o vuela en conjunto de forma perfectamente coordinada. Esto se explica porque, con determinados comportamientos que tenga un grupo, se puede ‘adivinar’ en qué piensan, qué podrían decir o hacia qué parte se moverán.

Aunque se trate de estudios pequeños donde los resultados son difíciles de aplicar a una totalidad de personas, se han sacado algunas conclusiones claras de las investigaciones. En primer lugar, “nuestros cerebros están preparados para detectar señales sociales sutiles”. En segundo, “nuestros cerebros pueden llegar a detectar las intenciones y las emociones de otras personas”. En tercer lugar, las regiones cerebrales del hipocampo y el parahipocampo están involucradas en este proceso. Eso sí, aunque estas realidades han sido demostradas, hay algo muy importante que hay que saber: la capacidad de telepatía no es general, no todas las personas están preparadas para hacerlo, hay algunas que lo están más que otras.