Tu entusiasmo extremo te hace más infeliz que el pesimismo

Si siempre te enfrentas a tu día a día con una actitud negativa seguramente será más difícil creer que todo puede ir a mejor pero si eres excesivamente optimista tampoco te irá del todo bien

Has pasado por malos momentos y has aprendido a salir airosx de ellos. Es normal que en ciertas épocas te acompañe una actitud pesimista, no todo debe ser de color rosa. El problema está, como ya sabemos, en que constantemente pienses que si algo puede ir mal, sucederá de esta manera. Tener día tras día esta forma de ver las cosas será lo que te haga no solo llenar de toxicidad tu vida sino también contagiar esta actitud a los demás. Cuando te sientas de esta manera todo el entorno te querrá aconsejar que debes ver las cosas de forma optimista y, quién sabe, quizás cambies el chip y de repente todo te parezca maravilloso. Como sabemos, los extremos no están bien, no son beneficiosos y resolver lo malo con una extrema felicidad tampoco es bueno.

Es aquí donde entra un término cada vez más común: positividad tóxica. Se trata de esas personas que responden con una sonrisa, con alegría extrema a sea lo que sea. Ser demasiado positivo no siempre es algo bueno porque tiende a degradar e ignorar —o a minorizar— los sentimientos de dolor. Puede, incluso, hacer que las personas sientan que sus emociones no son válidas. No solo es negativo tomar este mantra para unx mismx, sino también tomarlo como consejo para los demás. Eso podría llevarte a decir frases como: "no estés mal", "solo buenas vibraciones"... Frases que, quizás, puedan banalizar o frivolizar la situación que está viviendo otra persona.

Es cierto que se trata de una respuesta ante la vida que no está mal pero es sumamente necesario estar abiertx a que exista un abanico de emociones y que nos demos el permiso de transitar por ellas sin prohibiciones. Para poder llevar esto a cabo es necesario tener en cuenta o saber que cuando alguien está mal o siente dolor quizás no esté buscando una solución, al menos no una inmediata. En cambio, lo que pueden necesitar esas personas es solamente un poco de compasión y simpatía antes que una frase positiva sin más. La forma debe encaminarse por cambiar la mentalidad para centrarse en simplemente reconocer lo que están pasando, haciéndoles saber que estás allí para ellos.

También es importante tener en cuenta que todo esto —esta manera de entender el dolor— también debe ser para aplicarse en la relación con unx mismx. Descartar tus propios sentimientos tristes o negativos, sean los que sean, y convencerse de que todo es alegría, sonrisas, purpurina y unicornios durante las 24 horas del día, los siete días de la semana no es positivo. Es más bien una positividad tóxica. Hay que estar en equilibrio, hay que reconocer, validar y respetar todas las emociones.