Claves para llevar mejor la vejez de tus padres: hay una manera de sobrellevarlo

Cuando tus padres se hacen mayores, te toca cuidar de ellos cuando menos te lo esperas y hay algunos consejos útiles para hacerlo

Hay quien tiene padres enfermos y le toca hacerse cargo antes, lxs hay que tienen padres con problemas económicos y también deben de asumir un rol de ayuda demasiado jóvenes, pero prácticamente a todo el mundo le llega —si tiene un mínimo de cuidado por la familia o no ha roto relaciones con sus padres— ese momento de giro de guion en el que los padres son lxs hijxs. O sea, que te toca cuidarles. 

Te toca cuidar

La situación económica es sin duda un condicionante para este papel. Te toca trabajar muchísimas horas y tienes un sueldo muy bajo, por lo cual se hace casi imposible encajar en tu horario las visitas a tus padres para que se sientan menos solos —sobre todo si hablamos de un padre o madre separadx o viudx— o para ayudarles con tareas básicas. A eso se suma que también es muy complicado que puedas pagar a alguien que lxs cuide cuando no podáis estar con ellxs.

Uno de los principales problemas de asumir este rol llega cuando, de repente, tus progenitores pasan de sólidos referentes y ayudadores a comportarse como niñxs dependientes. A diferencia de lxs hijxs, que generalmente llegan cuando los estás buscando, muchas veces la enfermedad repentina de tus progenitores llega sin que ni siquiera te lo hubieras planteado antes o, peor, cuando estás viviendo a miles de kilómetros. 

Cómo hacerlo

El digital La Mente es Maravillosa da algunos consejos para lidiar con esta situación cuando viene de nuevas. La primera es expresar la mezcla de sentimientos entre el miedo, la rabia y la incertidumbre constante que puede aparecer ante esta nueva situación. Reconocer la emoción y compartirla con gente próxima ayuda a relajar la tensión a la hora de abordarlo y a ordenar los sentimientos y la forma de afrontar el nuevo escenario. A veces, puede ser muy doloroso tener que cuidar de un padre que nunca lo hizo por ti, sobre todo si encima te exija más de lo que puedes dar. 

En segundo lugar, es importante entender que también los padres deben asumir un nuevo rol de “hijxs” y que para ellos no es fácil. La pérdida de autonomía puede derivar en síntomas depresivos y es importante que entiendan su dependencia sin que suponga un gran trauma para ellxs. 

Déjate ayudar

Buscar constantemente asesoramiento de expertxs, ya sea médicos o gerontólogos, y también apoyo de personas cercanas y otros familiares ayuda a sentirse menos solo ante esta problemática y a contar con más herramientas y conocimientos para lidiar con los problemas y situaciones que surgen. 

Si tienes dificultades económicas, es importante que busques ayuda en el estado, que tiene una ley de dependencia para cuidar a quien no puede valerse por sí mismo. Si ni tú, ni tu familia puede costearse a alguien que cuide de tu padre, e incluso si es así, es importante que servicios sociales estén al tanto de la situación para proveer de recursos públicos como el telealarma o la asistencia domiciliaria, que ayuda a la gente dependiente y mayor cuando nadie puede hacerse cargo. 

Dales el cariño que necesitan

Y por último, existe algo de orgánico, natural, ético y bondadoso en esta actitud de cuidador de tus padres que puede ayudar a reforzar la relación, liberarla de rencores, enternecerla y hacerla más sincera. Si ya estás inmerso en esta situación, tal vez hayas percibido que tus padres pueden llegar a mostrarse más abiertos, cariñosos, agradecidos y transparentes que en etapas anteriores, aunque no siempre sea así. Si tienes esa suerte, disfruta de esos momentos especiales.