Hay múltiples formas de entender por qué hacemos las cosas como las hacemos. Por lo general, cada uno de estos comportamientos responde a ciertos efectos que han sido estudiados y explicados por la psicología social. Uno de ellos es el efecto MUM, el cual explica los motivos por los cuales somos incapaces de contar ciertas noticias que son malas, sobre todo si nos afectan personalmente o afectan a alguien que nos importa. No obstante también se refiere a aquellos eventos que no nos afectan tan directamente, el motivo es que existe un temor a quedarnos asociadxs a ellas o a que tengan algún efecto sobre nuestro día a día.
“El efecto MUM se produce cuando a la hora de comunicar malas noticias nos resistimos a ello, incluso llegando a distorsionarlas o maquillarlas para que no resulten tan negativas”, explican desde La Mente es Maravillosa. Esto sucede porque el hecho de compartir una mala noticia implica un temor a que nos asocien a ella, lo cual hace a su vez que pensemos que el resto de personas nos verán menos atractivxs. Sí, en el fondo este efecto tiene su origen en la autoestima y la seguridad en unx mismx. Se trata de un efecto del que no somos plenamente conscientes, simplemente sucede de forma natural cuando algo negativo pasa y debemos contarlo.
Ahora bien, aunque se sabe que es un fenómeno bastante frecuente, no se puede asegurar que sea siempre 100% así. A menudo sucede en casos donde las noticias hacen referencia al bienestar personal o al bienestar del receptor o receptora. Por ejemplo, dar la noticia de la enfermedad de un ser querido. No solo nos resistimos a ello sino que, como se explicaba al principio, el mensaje se suele modificar para maquillarlo. Esto no le pasa, por ejemplo, a profesionales que están acostumbradxs a dar malas noticias, como por ejemplo lxs médicxs.
Ahora bien, ¿qué hay exactamente detrás de esto? Como explican desde la misma web “tenemos un sesgo cognitivos que afecta a nuestra visión de la realidad, es la denominada ‘creencia de un mundo justo’. A través de ella tenemos la idea irracional de que el curso de los acontecimientos debe ser justo con todas las personas implicadas”. Así que este efecto es más fuerte cuando ese tipo de noticias tenemos que dárselas a personas que consideramos que no las merecen. Hay algo más dentro de este efecto y es que, aunque no sea nuestra responsabilidad, sentimos culpa al tener que comunicar algo negativo.
No es positivo maquillar la realidad, siempre hay fórmulas mejores de comunicar lo que pensamos que puede ser negativo. La empatía entra en juego en este efecto. Lo ideal es que, cuando tengas que dar una mala noticia, sepas que este efecto está sucediendo de manera inconsciente y, poco a poco, aprendas a controlarlo.